No hay duda de que la Royal Enfield GRR 450 es una moto que entra por los ojos, pues su estética es uno de sus grandes atractivos, combinando toques retro, como la forma del tanque de gasolina y las pequeñas cubiertas laterales, con elementos modernos, como las enormes ruedas, el diseño de la línea de escape y el cuadro de instrumentos digital.
Mecánicamente, la nueva GRR 450 equipa el motor DOHC Sherpa de 452 cc con refrigeración líquida, que genera 40 caballos de fuerza, desde las 8,000 rpm y 29 libras-pie de torque, desde las 5,500 rpm, acoplado a una caja de 6 velocidades con embrague antirrebote y transmisión final por cadena.
Si bien utiliza el mismo bastidor tubular general de la Himalayan 450, que alberga el motor como elemento estructural, el ángulo de la cabeza del propulsor y el bastidor auxiliar fueron modificados tanto por estilo como por desempeño.
Esto significa que el ángulo de inclinación se redujo cuatro grados, llevándolo a 21.8, para lograr una velocidad de giro más rápida, con el bastidor auxiliar ahora ligeramente más corto y ajustado en el centro de la motocicleta, para lograr un borde plano en la base del tanque de combustible.
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El basculante también es nuevo y ligeramente más corto, lo que reduce la distancia entre ejes en 70 mm, hasta alcanzar un total de 1,440 mm. Además del chasis, la GRR 450 equipa un par de rines de 17 pulgadas enfocados en la carretera, con la parte delantera luciendo un neumático 120/70 y la parte trasera usando un 160/60.
En el apartado de suspensiones, equipa una horquilla hidráulica convencional de 43 mm, con recorrido de 140 mm, producida en colaboración con Showa y no ofrece ningún ajuste, mientras que en el eje trasero, el amortiguador de 150 mm de recorrido, sólo tiene la opción de ajuste en precarga.
Manos al manubrio
Para conocer el desempeño de la GRR 450, Royal Enfield nos convocó a una ruta de prueba de alrededor de 100 kilómetros de recorrido, que involucró ciudad, caminos secundarios y autopista, y ya podemos adelantarte que su comportamiento nos dejó con un gran sabor de boca.
Al girar la llave del encendido, poner en marcha el motor y girar el acelerador, notamos que la aguja pasa rápidamente por el cuentarrevoluciones sin ningún tropiezo ni vacilación.
Desde el instante en que nos subimos a la moto de inmediato tuvimos la sensación de estar en una máquina más grande. La distancia entre la posición del motociclista y el manubrio es accesible y no manejas con los brazos tan estirados. El asiento es ancho y cómodo, mientras que los estribos están colocados a una altura y un ángulo cómodos. En general adoptas una posición de manejo que no provocará fatiga en jornadas de conducción pronunciadas.
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Si bien el motor monocilíndrico Sherpa que impulsa a la GRR 450 es el mismo que equipa la Himalayan 450, con las mismas relaciones de transmisión, lo cierto es que la calibración del acelerador es más nítida y la transmisión final es más corta, lo que se traduce en una motocicleta que se siente rápida.
Cuando llevas el motor más allá de las 2,500 rpm, existe un contundente incremento en la aceleración, pero muy controlable. Además, la manejabilidad del motor en ciudad es lo suficientemente buena.
Por otro lado, el rendimiento en el extremo superior del cuentarrevoluciones también es bastante bueno, permitiendo que la motocicleta se sienta cómoda entre los 100 y 120 km/h en carretera. Puedes incrementar esa velocidad sin mayor dificultad hasta superar los 150 km/h, pero hay un aumento notable en las vibraciones, a medida que la aguja de las revoluciones se acerca a la línea roja. Al final, el motor de la GRR 450 no tiene prisa, pero cumple a cabalidad cuando se trata de rendimiento y de alcanzar altas velocidades.
Por su parte, en el esquema de suspensión, la horquilla telescópica al frente y el monoamortiguador ajustable en precarga en la rueda trasera se encuentran en el extremo firme de la escala y eso da una idea clara de qué esperar en lo que respecta a la calidad de marcha de la moto. En carreteras lisas y bien pavimentadas, el desempeño general del conjunto es toda paz.
Sin embargo, cuando se circula sobre superficies maltratadas, la rigidez de la suspensión se hace más evidente y se transfiere al motociclista, pero no podemos negar que el manejo de la GRR 450 y su buen desempeño general es uno de sus puntos fuertes. A pesar de sus dimensiones, distancia entre ejes y peso, La GRR 450 fácil de llevar. El esfuerzo de para mover la dirección es mínimo, en parte debido a la su geometría y la buena palanca que ofrece el manubrio.
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Al enfrentar las curvas, la moto se percibe bien plantada y bien agarra de los neumáticos, a pesar de la lluvia que nos acompañó en la recta final de la prueba de manejo, mientras que el sistema de frenos son fuertes y predecibles, con una progresión fácil de entender y modular a través de las palancas de mano y pie.
Por un precio que inicia en 127,999 pesos, la GRR 450 tiene una gran propuesta de valor para lo que ofrece. De modo que si buscas una motocicleta tranquila y fácil de conducir, pero que es capaz de alcanzar un ritmo rápido cuando sea necesario, la GRR 450 es digna de considerarse.