Hay una buena parte del público que siempre desea más: más exclusividad y más deportividad. Y el que no aspira a eso normalmente es porque no puede. Para los que pueden y quieren las marcas de motos siempre reservan versiones especiales en todos los sentidos, y esta Ducati Monster SP es un perfecto ejemplo de esta filosofía.
Si la Ducati Monster ya es una moto muy interesante debido a su calidad y equipamiento, pero la SP busca elevar el estatus de esta moto en todos los sentidos, para convertirla en la naked, digamos media de corte deportivo, de referencia.
Para eso emplea la excelente base del modelo estándar, impulsada por un motor de dos cilindros en L, distribución desmodrómica, 937 cc con 111 caballos de fuerza. Una cifra muy interesante es la del torque, que asciende a 93 Nm a 6,500 vueltas, algo que, como veremos en la prueba, marca mucho su carácter.
Ya sabemos que en 2021 Ducati decidió sustituir el clásico bastidor multitubular, que era un rasgo indispensable, por uno nuevo de aluminio, que usa el motor como parte estructural para hacer la moto más ligera y estrecha y lo es, siendo indudablemente una de sus características.
Más exclusividad y deportividad
Lo que introduce esta versión SP está enfocado en darle un aire más exclusivo y si cabe más deportivo, pero principalmente en poder llevar la moto a horizontes dinámicos más rápidos e incluso convertirla en un eficaz arma de circuito, y lo ha hecho aligerándola casi 3 kilos y dotándola de suspensiones mejores y multiajustables firmadas por Öhlins, a las que acompaña un amortiguador de dirección.
También los frenos se llevaron a un nivel superior, gracias a las pinzas Brembo Stylema acompañadas por una bomba radial de la firma italiana. Para rematar el concepto, se instaló de serie un escape Termignoni, que va a transportar los tímpanos a un universo sonoro más estimulante.
Es importante decir que la altura del asiento se eleva desde los 820 mm a los 840 mm (debido a la horquilla), por lo que con mi 1.66 metros de altura es una moto a la que llego de puntillas, pero esto tiene su importancia, ya que al crecer la distancia al suelo tendremos más capacidad de inclinación, algo positivo especialmente en circuito. Por cierto, el asiento es también nuevo, tapizado en rojo y con el logotipo Monster, afianzando ese toque diferencial que invade a la Monster SP por donde la miremos.
Es una moto que proyecta una calidad indiscutible y que además ofrece una desarrollada electrónica con control de tracción, ABS y anti-caballito, que funciona en curva gracias a una IMU. El control de salida o launch control pone de nuevo el guiño para el circuito. No podemos olvidarnos del cambio semiautomático bidireccional. Todo esto lo comparte con la versión normal y arropa muy bien a una moto preparada para cautivar los sentidos.
Pura pasión
En marcha es una moto que avisa cuando despierta ese motor de dos cilindros en L, con la típica respiración desmo que se ve acrecentada en su carraspera por el escape Termignoni. Algo que me llamó la atención es el sistema de seguridad que no permite acelerar en vacío por encima de las 5,000 revoluciones. Es un propulsor que transmite sensaciones por sonido al ralentí y las vibraciones, y eso me gusta, porque no es excesivo en ninguno de estos aspectos, que son esenciales en su carácter.
Ducati ha mejorado mucho su comportamiento a poca velocidad cuando dejamos caer el motor de vueltas, y aunque la finura no es su característica más destacada tampoco tiende a dar tirones. Pero es mejor no abusar en este sentido y llevarlo a un margen de vueltas adecuado para evitar brusquedades.
Este propulsor se siente súper a gusto en la zona media, donde todo es determinación en la aceleración y la podemos dosificar muy bien, gracias a la precisión de los golpes de aceleración y a los tres modos de conducción disponibles. Esos 93 Nm a 6,500 vueltas llegan muy rápido y sentimos un empuje ya notable desde las 4,000. Es el momento en el que la melodía "desmo" comienza su función y ya no para hasta que llevamos el motor a la zona alta, la de más rendimiento, pero que llega pronto pues, hacia las 9,000 revoluciones, estamos alcanzando su máximo régimen aprovechable, que no es poco para el planteamiento de la moto.
El tacto del cambio es suave, gracias a que el embrague es hidráulico, además de contar con sistema antirrebote y asistido para hacer todo aún más sencillo. Pero no es el paradigma de la precisión, principalmente en las transiciones de primera a segunda marcha, cuando no es difícil encontrar el punto muerto si no empujamos con determinación la bota para evitar ese recorrido largo entre ambas relaciones. Destacar el buen funcionamiento del quickshifter, que es una inestimable ayuda en conducción deportiva.
Es una moto muy rápida de reacciones, gracias a las geometrías de dirección elegidas (23º y 7 mm) en convivencia con una distancia entre ejes de 1,472 mm. Si unimos esto a un peso en seco en orden de marcha de 186 kilos, tenemos un cóctel extremadamente liviano y reactivo que se guía de forma intuitiva y hasta sencilla. Pero no debemos confiarnos porque el motor tiene tanto ímpetu en ese jugoso medio régimen, ya que el ritmo al que podemos circular es endiabladamente rápido y divertido.
De hecho, aunque el anti-caballito y el amortiguador de dirección mantienen las cosas controladas en la rueda delantera, esta Monster SP tiene su punto de nerviosismo cuando aceleramos en marchas cortas en los cambios de dirección. En cambio es muy estable a altas velocidades y en los apoyos fuertes tirando del freno a tope, aportando una gran sensación de confianza gracias al buen rendimiento de las suspensiones que hacen un trabajo impecable en todo momento, y siendo regulables en todos los parámetros tenemos un buen margen de uso en el que van a ser eficaces.
En el apartado de frenos las pinzas de anclaje radial Brembo garantizan una frenada potentísima y también dosificable, a la que debemos acostumbrarnos porque el tacto es tan directo que puede llegar a resultar brusco si no dosificamos bien la fuerza. No obstante, el ABS trabaja muy bien y tenerlo con funcionamiento en curva amplifica la sensación de seguridad.
Me gustaría comentar que su depósito de combustible me parece que encaja muy bien en las líneas esbeltas de la moto, que la hacen muy estrecha, pero su capacidad de 14 litros me parece un poco escasa, sobre todo si consideramos que es un motor en el que vamos a rondar fácilmente un consumo de 6l/100 km y eso nos va a condicionar la autonomía.
No tengo muy buen comentario respecto a los espejos que vibran cuando llegamos alrededor de las 5,000 vueltas y además no ofrecen una visión, pues nuestros propios codos ocupan buena parte de la zona interior y no permite una panorámica amplia de lo que sucede detrás. En cambio me gustó la ergonomía y el asiento, planteando junto a manubrio y estriberas una postura deportiva pero confortable, en la que además te puedes mover muy bien a la hora de variar la posición en tramos de curvas.
Valoración final
Las sensaciones que esta moto transmiste son de alta calidad deportiva y siendo realistas no se necesita más para disfrutar muchísimo tanto en carretera como en circuito. Una pena no haberla podido probar entre pianos pero no me cabe ninguna duda de que con esta parte ciclo de tan alto nivel es una moto competente que incluso tiene lap timer para estos menesteres.
En definitiva es una moto de mucha calidad y carácter, sobre la que da gusto ir montado, pues te hace sentir especial. Es la más cara entre sus semejantes, pero con una personalidad arrolladora que sólo Ducati sabe imprimir a sus productos, y destaca por un dinamismo superlativo que te hace vibrar a cada golpe del acelerador, algo que se ve acrecentado por el escape Termignoni que está homologado y le da un punto estético y sonoro muy especial a esta Monster SP que es pura pasión.