Llevaba un tiempo con ganas de probar la X-Cape, pues había escuchado algunas cosas, casi todas buenas, de ella y, además, es una moto con un aspecto que me resulta muy atractivo. No suelo entrar en el apartado estético en mis pruebas, considero que es algo muy subjetivo y cada uno tiene su opinión o sus gustos, pero a veces hay que hacer excepciones, como en este caso.
Para esta prueba teníamos a nuestra disposición una unidad en color negro, está disponible también en rojo, blanco y antracita, muy elegante y con una gran combinación con el rojo y el gris de los gráficos del carenado y el depósito de combustible. El único inconveniente es que cualquier mancha de polvo o agua es muy visible y te obliga a estar muy pendiente si quieres mantenerla inmaculada.
Es una moto que impresiona cuando la ves de cerca, no es que sea de proporciones muy grandes ni depósito exagerado, pero como cualquier moto de inspiración del dakar resulta imponente. Me gusta cómo se integró el carenado con el depósito, que parece una pieza única. El frontal recoge una doble óptica de grandes dimensiones y un parabrisas regulable de forma manual, que es alta pero estrecha. La parte trasera no queda tan despejada como es tendencia ahora, pero creo que armoniza muy bien con el resto del conjunto. Lo que sí rompe en mi opinión la imagen es el asiento del piloto, al no seguir la línea recta del depósito con el asiento del pasajero.
Altura del asiento y ergonomía
Lógicamente, este diseño del asiento es para poder llegar bien al suelo. Con mis 1,65 metros de altura logro plantar los dos pies, aunque no sea por completo , lo que es razonable para una trail de estas características. El asiento es algo duro y la propia inclinación del mismo te lleva el cuerpo hacia la parte que toca con el depósito, por lo que no resulta sencillo aprovechar toda su superficie. El manillar queda alejado, lo que obliga a estirar demasiado los brazos.
La ergonomía es lo único que no me ha convencido de la X-Cape. Creo que mejoraría muchísimo con un asiento más elevado y acercando unos centímetros el manillar, pues incluso la dureza del asiento no pasa factura, como pude comprobar tras recorrer algo más de 700 kilómetros en un solo día, por carreteras de montaña y parte de autopista. Los pilotos de mayor altura también preferirán este asiento más elevado para poder tener una mayor distancia a las estriberas, aunque yo me sentí cómodo en este aspecto.
Parabrisas y mandos
En general, el X-Cape ofrece una sensación de calidad razonable, aunque hay aspectos a mejorar. Por ejemplo, el mecanismo de regulación del parabrisas. Sí, parece robusto y es sencillo de manipular, aunque siempre vas a necesitar las dos manos para regular su altura, pero con las vibraciones del motor suena un ruido metálico que se agradece sobre todo a baja velocidad. También optaría por una más ancha, pues por altura no está mal. La moto necesita mayor protección del viento en autopista y genera turbulencias en la parte superior del casco. No obstante, en su catálogo de accesorios hay un parabrisas touring con mayor superficie.
Por el contrario, me gustó que se hayan montado mandos retroiluminados y con muy buen tacto en todos sus botones. Son mandos con buena usabilidad para movernos por los menús de la instrumentación de manera intuitiva. No me convence que nos permita navegar cuando la moto está en marcha, pues eso provoca distracciones, pero al menos todo se hace de manera sencilla.
Instrumentación TFT de gran tamaño
Ya que hablamos de la instrumentación, resaltar su tamaño de 7 pulgadas con los datos desplegados de manera ordenada. Se puede elegir el color del fondo, blanco o negro, o bien dejarlo automático para que varíe en función de la iluminación exterior. También varía la presentación dependiendo del modo de conducción seleccionado. Si vamos por carretera apreciaremos un formato más convencional, mientras que en el modo Off-road, el cuentarrevoluciones se convierte en un neumático de tacos, lo que me parece una solución original para que seas consciente de que estás rodando sin ABS.
La instrumentación tiene conectividad aunque es limitada. Te avisa de las llamadas entrantes y ofrece un sistema de navegación muy básico. Por otro lado, extrañé información como la temperatura ambiente o la autonomía, que sólo se muestra cuando entra en la reserva. Eso sí, muestra la marcha engranada, aunque a veces con retraso, de igual manera que lleva retrasado el cuentarrevoluciones.
Motor con 60 hp
En cuanto nos ponemos en marcha, lo primero que sale a relucir es la suavidad en la entrega de su motor. Es un propulsor de dos cilindros en línea, de 649 cc y con 60 caballos de fuerza. Sus medidas son exactamente iguales a las de la Kawasaki Versys 650, lo que tiene sentido tomando en cuenta que lo hace Zhongneng, fabricante chino encargado de desarrollar los utilizados por las CFMoto 650 y que, a su vez, siempre se ha inspirado en los utilizados por Kawasaki.
Bueno ahora su funcionamiento es muy diferente. El de la moto japonesa es más contundente en el régimen medio-alto, pero más tímido en bajos y medios. Sí que, como digo, la X-Cape es una moto muy agradable y muy poco exigente con el piloto. Me llamó la atención porque da la sensación de tener más potencia de lo que dice su ficha técnica, y no te obliga a jugar con el cambio para sacarle el máximo provecho. Tanto en ciudad como en carreteras revisadas puedes dejar caer el motor a la zona más baja, pero siempre encuentras empuje cuando abres el acelerador. En vías rápidas o autopistas se beneficia de un desarrollo largo que permite circular a 120 km/h con el motor a sólo 5,000 rpm (a 140 km/h lo hace a 6,000 rpm).
La caja de velocidades tiene un buen escalonamiento y un tacto fino y preciso, mientras que el embrague es blando pero su accionamiento es demasiado directo, no tiene nada de recorrido muerto. Es una moto sencilla que carece de control de tracción o embrague antirrebote, aunque es muy fácil de manejar. Ahora bien, el motor vibra, aunque sus efectos no se aprecian en el manillar o estriberas, pero sí en los espejos, que pierden la nitidez en la visión incluso circulando a baja velocidad. En cuanto al consumo, en mi prueba rondó los 22 km/l, permitiéndome una gran autonomía gracias a los 18 litros de capacidad de su depósito.
Suspensiones: Marzocchi/KYB
Moto Morini recurrió a fabricantes de reconocimiento para equipar las suspensiones de su X-Cape. Al frente encontramos una horquilla invertida Marzocchi, con barras de 50 mm y 175 mm de recorrido. Detrás contamos con los 165 mm de recorrido que ofrece el monoamortiguador KYB el cual va anclado directamente al basculante de aluminio.
Ambos componentes son totalmente regulables para adecuarlos al gusto o uso de cada conductor. Usé la moto en todo tipo de terrenos y siempre encontré un material muy bien puesto a punto, incluso en zonas bacheadas. La horquilla, con tanto diámetro, se muestra firme incluso en el paso por curva y tampoco se hunde en exceso en las frenadas.
Frenos Brembo con ABS desconectable
Los frenos también brillan por su buen nivel. Los suministra Brembo y están compuestos por un doble disco delantero flotante de 298 mm, con pinza axial de doble pistón, más otro disco trasero de 255 mm con pinza de dos pistones. El ABS encargado del antibloqueo fue desarrollado por Bosch y me gustó porque no es nada intrusivo.
Rines de 19 pulgadas y neumáticos Pirelli
En general, la X-Cape es una moto muy estable, que transmite mucha confianza en las curvas y eso que los neumáticos Pirelli Scorpion Rally STR tienen demasiado taco. Creo que salvo que vayas a hacer mucho off road, es preferible optar por otros más aptos para el asfalto, que garantizan no sólo un mejor agarre si no también una suavidad de rodadura superior. Estoy seguro que esas vibraciones que decía antes que se apreciaban en los espejos se reducirían notablemente.
Prueba off-road
Para adentrarse en el campo, lo primero de todo es utilizar este modo de conducción, que lo que hace realmente es desconectar el ABS delante y detrás, ya que al carecer de acelerador electrónico no afecta al rendimiento del motor. En este terreno se agradece el mayor taco de sus neumáticos Pirelli, aunque realmente no es una moto diseñada para grandes hazañas fuera del asfalto, también porque su peso es notable: 213 kilos en seco.
Tiene una buena posición de conducción, al llevar el cuerpo hacia adelante se minimiza la distancia al manillar, que además queda a buena altura. Tampoco te obliga a abrir demasiado las piernas y no noté ningún plástico que moleste al apretar las piernas contra el depósito. A la hora de gestionar las curvas más cerradas sentado, nos vuelve a penalizar el asiento tan bajo, que apenas nos deja libertad de movimiento para realizar los cambios de peso. Pero, lo contrario la facilidad para remar o apoyarse en pasos más complicados.
Las suspensiones me parecieron blandas, especialmente la horquilla. Basta con tomárselo con más calma y entonces puedes sortear zonas más complicadas y cumplir de forma sobrada con las expectativas de una moto de este perfil. De hecho, el motor, con su suavidad en la entrega, permite modular bien las derrapadas, mientras que los frenos, aún sin ABS, te permiten muchas más alegrías de las que pensaba al principio.
Opinión y valoración
Me fui con la X-Cape sin tener un destino muy claro y cuando me di cuenta había terminado la jornada con 700 kilómetros a sus mandos. Creo que es más que significativo de lo cómoda y capaz que es esta moto. Es cierto que es mejorable en ergonomía y protección aerodinámica, pero lo compensa con la facilidad de conducción y con su agradable rodar, tanto en carreteras cerradas como en autopista.
A ese motor hay que sumar unas suspensiones y unos frenos muy eficaces, formando un equipo que poco tiene que envidiar al que utiliza motos de precio superior. Habría que mejorar algunos apartados de los acabados, como el parabrisas, o pulir el funcionamiento de la instrumentación. De forma opcional, además, se podrían añadir algunos complementos de su catálogo de accesorios, aunque no hubiera estado mal que los cubremanos ya se hubieran añadido de serie. La Moto Morini X-Cape tiene un precio en México que inicia en 199,990 pesos.