Husqvarna asegura el tiro tomando la base de la KTM 890 Adventure, una trail más que probada y de exquisito funcionamiento, para poner desarrollar su Norden 901. Eso sí, hay diferencias que hacen que la sueca tenga su propia personalidad.

Para empezar, el apartado estético se ha trabajado al máximo, generando mucha controversia pues es de esas motos que no tienen término medio: o te enamora o la rechazas por completo. Ese faro delantero redondo y de grandes dimensiones la hacen totalmente diferente a lo que se ve actualmente, a lo que se une una combinación cromática más propia de una "concept bike" para llamar la atención en un salón que para atraer al público más conservador. Tras examinarla con detemiento un buen tiempo, admito que yo soy de los que he caído a los encantos de la Norden 901. Además, han logrado hacer del depósito delantero, uno de los aspectos que menos me atraen de la 890 Adventure, uno de sus elementos más atractivos gracias a su conexión con el carenado. Me atrae, en definitiva, ese aire a maxitrail de mediados de 2000, inspiradas en las dakarianas de entonces, y que tuvo en la KTM 990 Adventure su último exponente.

Es una moto que, a pesar de su aspecto voluminoso, se mueve con agilidad en carreteras curveadas. La ubicación del depósito de gasolina en una posición tan baja es toda una ventaja a la hora de afrontar las curvas, pues parece que vaya sobre raíles, con mucha facilidad para realizar cambios de dirección con una gran sensación de seguridad. Y además el estado del asfalto es irrelevante gracias a unas suspensiones que se tragan cualquier tipo de irregularidad sin despeinarse. La electrónica, con control de tracción y ABS con funcionalidad en curva, se convierte en nuestro gran aliado y no llegas a sentir su entrada en funcionamiento. Lo que sí es apreciable es el cambio rápido, de serie en la Norden 901, por su impecable funcionamiento para subir y bajar de marchas, independientemente del régimen de giro de motor.

Un propulsor, por cierto, generoso en potencia a cualquier régimen. Las sensaciones que transmite son las mismas que las de la 890 Adventure, es decir, unos bajos y medios sin vibraciones y con una entrega muy lineal que te permite ir de paseo, disfrutando del paisaje, sin molestarte en bajar de marcha incluso en las curvas más cerradas. Ahora bien, si apuras las marchas y te metes en la zona medio alta y alta del tacómetro, la moto te muestra su lado más deportivo sin dudarlo.

Pero una moto de este calibre debe pasar también por el campo. Las suspensiones, con un recorrido de 220 mm y 215 mm, delante y detrás, respectivamente, vuelven a sorprender por su comportamiento a la hora de gestionar los baches y los pasos por zonas complicadas. Además, permiten múltiples ajustes, con lo que es cuestión de jugar para encontrar la regulación óptima para cada uno. 

Las virtudes de su motor, con esa facilidad para rodar en medios, beneficia a todo tipo de usuarios, más o menos expertos, además de tener unos modos de conducción que permite adecuar la respuesta del propulsor a las necesidades del momento.

La electrónica es lo que más me ha sorprendido. Es posible ajustar la velocidad de respuesta del acelerador, el nivel de derrapaje de la ruedas trasera y los niveles de intromisión del ABS, que también pueden desconectarse. Pero sabemos que en las trail, dejar toda la potencia y peso en nuestras manos resulta delicado, sobre todo si se pretende llevar un ritmo elevado. De ahí que mi consejo es que confiemos en su electrónica y dejemos conectadas las ayudas en su modo off-road, configuradas para poder divertirse lo suficiente en el campo -vas a derrapar si quieres, tranquilo-, pero con ese ángel de la guarda siempre pendiente.

Si has tenido ocasión de probar una 890 Adventure, ya sabes en gran parte lo que vas a encontrar en la Norden 901. Son motos que se comportan de una manera similar, aunque la sueca es algo más alta y pesada -y más cara-, pero que por contra tiene unas mejores suspensiones y un quickshifter de serie -opcional en la austriaca-.