Teniendo ya en el mercado una trail, una turismo y una naked, a Zontes sólo le quedaba la opción custom para completar su familia 310. Y no ha dudado en hacerlo, aun teniendo que diseñar un bastidor nuevo y, lo más importante, teniendo en cuenta que el segmento custom para el carnet A2 en la actualidad cuenta con muy pocos modelos porque no es muy jugosos a nivel de ventas.
El lanzamiento de la V-310, que puede ser más o menos arriesgada desde el punto de vista comercial debido a la preferencia de los usuarios por las trail y las naked, no hace más que demostrar el potencial de la marca china, todavía una desconocida para el gran público, pero que no titubea a la hora de hacer alarde de su potencial.
De hecho, en la presentación nacional a la prensa de su nuevo modelo, Zontes ha anunciado sus planes para 2020 y 2021, en donde veremos la llegada de una gama de motos de 125 y otra de scooter de 125 y 300, y, como plato fuerte, el nacimiento en un plazo de las 500 cc, 650 cc, 850 cc y 1.000 cc, todas ellas con motor de tres cilindros y en versiones, trail, naked y custom.
Diseño original con sello Zontes
Pero seguimos en 2019 y lo que toca es vivir el presente, que también es prometededor como hemos podido comprobar con la V-310, una custom que visualmente mantiene el ADN que Zontes imprime a todos sus modelos. Y esto es algo que tiene mucho valor, pues con sólo cuatro motos en el mercado, la compañía ha conseguido con su diseño personal y vanguardista hacer reconocibles sus productos. Eso es algo que no es fácil de lograr teniendo en cuenta que cada uno de esos cuatro modelos se engloban en segmentos dispares.
Equipamiento completo
Aparte de por su singular diseño, la V-310 se caracteriza por su buen equipamiento, empezando por la llave de proximidad que permite la puesta en marcha y la apertura del depósito de combustuble y del asiento por control remoto. También cuenta de botoneras retroiluminadas y de una nueva pantalla. Como en el resto de modelos, el equipamiento es realmente completo. No le falta detalle a la V310: llave de proximidad, piña retroiluminada, depósito de combustible y asiento de apertura con botón remoto, nueva pantalla TFT a todo color con cuatro configuraciones de visualización de los datos. Una instrumentación que se ve bastante bien pero cuya navegación no es excesivamente intuitiva, siendo sencillo elegir el chino como idioma predeterminado, lo que dificulta reestablecer el idioma de los menús.
Pero el equipamiento es igualmente completo en el apartado mecánico, en elementos importantes que suponen un incremento en la seguridad. Estamos hablando de la incorporación de un embrague antirrebote y del sistema ABS de doble canal 9.1 M de Bosch.
Asiento bajo y posición cómoda
Tras comprobar punto por punto cada uno de estos detalles, llega la hora de ponerse en marcha. Subir y bajar de ella resulta muy sencillo, pues su asiento bajo facilita la operación, lo que hace de la V310 una moto válida para pilotos de cualquier talla. También es muy ligera, lo que hace que sea muy fácil las maniobras en parado.
Las manetas de freno y embrague son regulables, mientras que los espejos quedan a muy buena altura, ofrecen buena visualización y no vibran.
Motor: 312 cc y 35 CV
No hay nada nuevo en lo que se refiere al motor, se trata del monocilíndrico de 312 cc y 35 CV a 9.500 rpm de potencia que ya habíamos probado en otros modelos de la marca. Ya conocíamos por tanto sus virtudes, que son la suavidad en la entrega de la potencia, su facilidad de uso y su capacidad de estirada. Es un motor que sorprende igualmente por sus pocas vibraciones, sobre todo en bajo y medio régimen, así como por su sonido, que parece de moto de mayor categoría.
En la presentación hemos tenido la ocasión de realizar una ruta de unos 160 km por los alrededores de la ciudad de Barcelona, alternando vías urbanas, autopista y carreteras de todo tipo. La V-310 se adapta a todos los terrenos, en el tráfico rodado de la Ciudad Condal, demuestra su capacidad a bajo y medio régimen, en donde apenas necesitamos hacer uso del cambio pues su motor es bastante elástico.
En carretera, más de lo mismo, se puede aprovechar su amplio rango de par en medios para rodar al ritmo tranquilo que se le suele exigir a este tipo de motos, y basta con apurar las marchas si se pretende incrementar el ritmo. El cambio, en este sentido, ayuda por su suave y preciso accionamiento, con un buen escalonamiento del mismo. El embrague antirrebote realiza de manera soberbia su trabajo y supone un plus de seguridad en las apuradas más bruscas.
En la autopista el motor va muy sobrado, con buenas recuperaciones y se le ve capaz de superar los límites legales con facilidad.
Suspensiones: horquilla invertida y doble amortiguador trasero
No podemos hablar de suavidad, en cambio, al referirnos a las suspensiones. Al menos, al comportamiento del tren trasero, en donde el equipo formado por los dos amortiguadores no responde al mismo nivel que el resto de componentes. Dos amortiguadores anclados directamente al basculante y con poco recorrido ya da una idea de lo que nos vamos a encontrar y, efectivamente, el pronóstico se cumple. La espalda sufre en las carreteras bacheadas y en los resaltos de las poblaciones, lo que obliga a ralentizar bastante el ritmo al adentarse en zonas con asfalto dañado.
Esa bipolaridad tiene sus efectos al afrontar una serie de curvas, de manera que te obliga a centrarte más en el tren trasero que en el delantero, pues la rueda anterior apoya bien, pero la trasera tiende a rebotar más de la cuenta.
Frenada ABS de Bosch
Esa confianza que tenemos en la rueda delantera se incrementa con el buen funcionamiento de los frenos, mejorados respecto de otros modelos de la marca y que ofrecen una buena potencia. No tienen un mordiente exagerado, pero se prestan a apretar con fuerza la maneta derecha en caso de frenada de “emergencia”.
Nuevamente, el funcionamiento en el tren posterior es más delicado, y es que el ABS salta con bastante facilidad, lo que provoca que las frenadas se alarguen al no poder exigir un poco más en los giros más cerrados. Reconozco que soy de los que “abusan” del freno trasero para ayudarme en los giros, pero también es cierto que no hace falta forzar demasiado la situación para notar la intromisión del sistema de ayuda.
La ligereza que ya habíamos comprobado en parado se convierte en un gran aliado a la hora de tumbar la moto, aunque sí que he notado que es menos ágil que otras monturas de la familia Zontes, seguramente por la anchura generosa de su rueda trasera. Ahora bien, esto es más apreciable en carretera, en ciudad, a la hora de zigzaguear entre los coches, la V-310 se desenvuelve con total fluidez.
Y ya que hablamos de ruedas, decir que este modelo va calzado con unos neumáticos CST que me han dado buenas sensaciones en general salvo en las inclinaciones más al límite, situación en la que es como si perdiera la adherencia sin avisar y que me supuso algún susto.
Valoración y opinión
Aunque el segmento custom de motos de pequeña y media cilindrada para el A2 no disfrute de su mejor momento en España, estamos ante un producto global y por eso en Zontes no parecen demasiado preocupados por ello, sino que están más centrados en generar ilusión en el mercado los asiáticos planteando una montura muy personal que destaca por una excelente relación calidad precio.
Defectos tiene, faltaría más, pero para encontrarlos hay que rodar a un ritmo que no va a ser habitual en sus clientes potenciales. De hecho, el principal problema para Zontes no es tanto el comportamiento dinámico de su V-310, sino el que el la marca no es muy conocida todavía. Pero que no desfallezcan en la fábrica, si siguen lanzando productos a este precio y con esta calidad, muy pronto Zontes va a ser bien conocida por el gran público. Y, quién sabe, hasta igual logran volver a poner de moda el mundo custom desde esta perspectiva tan vanguardista.
Equipo piloto
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