Las nuevas Husqvarna de calle tienen una personalidad arrolladora y la Svartpilen 701 es un inmejorable ejemplo. Y además cuenta con una base que es una garantía para darle todavía más carácter a una moto, porque si algo tiene la KTM 690 Duke sobre la que se ha desarrollado, es un marcado estilo propio en todos los sentidos.

Y uno de los elementos que más pesa en la filosofía de esta moto es el bloque motor. Se trata del monocilíndrico más potente del mercado gracias a sus 73 CV que además transmite de una forma rotunda, pidiendo siempre guerra. La Svartpilen 701 también comparte con la KTM el chasis multitubular así como el basculante aunque las suspensiones no son idénticas, ya que la “Husky” cuenta con más recorrido.

Cómoda y ligera  

Con todos estos mimbres, la Husqvarna 701 se presenta como mucho más que una moto cuya misión es cautivar irremediablemente tu mirada, pues tiene un objetivo más ambicioso y es hacerte disfrutar cada vez que te sitúas en un puesto de conducción que está marcado por la comodidad y su asiento alto.

Porque si hay algo que define mucho a esta moto es la ergonomía que viene totalmente condicionada por el manillar ancho y elevado que la hace muy confortable al pilotar. Las piernas también colaboran al estar ubicadas sin grandes complicaciones, gracias a una estriberas retrasadas y elevadas pero en su justa medida para así adoptar con facilidad una posición deportiva pero sin cargar nunca las muñecas o los brazos. Y el puesto para el pasajero...mejor solo o de llevar a alguien que sea contorsionista y valiente; no hay donde agarrarse con cierta seguridad, el espacio es pequeño y las piernas van flexionadas a más no poder.

Decía que el asiento está alto debido a sus 835 mm del suelo y aunque con mi 1,66 m llego de puntillas con los dos pies a la vez, la sensación de ligereza es tal que no es una moto que se te pueda ir al suelo al mínimo desliz de un pie de apoyo porque es muy fácil sujetarla con el otro. Sus 158,5 kg declarados son los responsables de que se sienta liviana, algo a lo que contribuye su estrechez y tamaño compacto porque se percibe muy manejable, tanto en parado como el movimiento.

Es una de las señas de identidad de una moto que acompaña su peculiar estética con unos neumáticos de dibujo mixto suministrados por Pirelli, los MT-60 RS, que ofrecen un agarre sin tacha y un dibujo perfecto para esta moto. Y Husqvarna ha ahondado en su especial diseño con una nueva versión denominada Style que aporta un color especial y varios elementos, entre los que se encuentran las llantas de radios, un detalle que le favorece tremendamente a una moto que con los de palos se queda algo sosa. Además tiene la particularidad de combinar una llanta delantera de 18 pulgadas con una de 17 pulgadas detrás. ¿Quiere decir que la Svartpilen 701 es una moto que admite un uso en campo? Sinceramente no lo hemos probado porque no creemos que sea un terreno donde poder disfrutarla de verdad, por mucha inspiración flat track que tenga.  

Rápida y precisa

Sin embargo, en carretera o ciudad es una moto de reacciones felinas y preparada a conciencia para hacerte disfrutar de lo lindo a los mandos. Suspensiones, frenos y motor se comportan con una complicidad total a la hora de buscar los límites entre sí y el piloto se convierte en un director de orquesta capaz de imprimir un ritmo endiablado a su sinfonía dinámica.

Su agilidad y ligereza le hacen muy precisa y rápida en tramos de curvas, donde las suspensiones regulables ofrecen todo lo necesario para disfrutar al máximo del bravo carácter del motor que empuja y trata de aligerar la rueda delantera con su ímpetu a cada momento. Contamos con varias ayudas cuando la Svartpilen 701 está “en pie de guerra”: embrague antirrebote, ABS y control de tracción. A pesar de ser una moto sencilla, estos tres elementos son justo lo que hace falta a un carácter tan irreverente porque proporcionan seguridad sin interferir apenas en la conducción.

A pesar de ser un monocilíndrico de gran cubicaje llama la atención lo controladas que están las vibraciones en todo momento aunque a pesar de ello las percibamos con intensidad en los espejos retrovisores que van perdiendo nitidez según vamos ganando revoluciones y velocidad. Por cierto, su ubicación es acertada para poder vigilar con buen campo de visión lo que sucede detrás.  

Calidad es igual a diversión

Mención especial para suspensiones y frenos pero vayamos por partes. La calidad en estos importantes apartados en indiscutible y eso se agradece. Las suspensiones WP completamente regulables aportan un tacto a la conducción muy sólido tanto en los apoyos fuertes en curvas cerradas como en cuanto a la estabilidad que necesitamos al trazar curvas rápidas. La Svartpilen 701 es capaz de resultar tan viva de reacciones como estable ya que, como decía, la rueda delantera tiende a elevarse con facilidad si lo buscamos pero la pisada es precisa e infunde mucha seguridad, sobre todo si cargamos el peso delante aprovechando su ergonomía que deja mucha libertad de movimientos.

Y eso a pesar de contar con una frenada de alto nivel que con un solo pero enorme disco (320 mm), cuenta con todo lo necesario para detener el impetuoso carácter de la Svartpilen 701. La pinza Brembo de anclaje radial con bomba radial ofrece un respuesta fulminante cuando accionamos la maneta derecha y no hace falta mucha fuerza porque cuenta con un excelente tacto. Y la suspensión no acusa un hundimiento excesivo cuando demandamos la máxima potencia en la rueda delantera. Además contamos con un sistema ABS (desconectable) suministrado por Bosch que entra en funcionamiento cuando y como debe; de forma discreta y al límite de la pérdida de adherencia, resultando bastante deportivo, perfecto para el espíritu rebelde de la Svartpilen 701.

Otro elemento decisivo en la conducción es el cambio de marchas y aquí vuelve a destacar por una agradable sorpresa, el cambio rápido bidireccional. Lo equipa de serie y además está asistido por un embrague hidráulico (con maneta regulable) firmado por Magura que es tan preciso como suave al accionarlo, por lo que junto al sistema antirrebote hacen que la Svartpilen 701 ofrezca un menú muy completo que es perfecto a la hora de exprimir todo el genio que tiene su mecánica monocilíndrica.

Porque enganchar a fondo el puño derecho mientras subimos marchas sin descanso es un vicio que desata toda la mala leche de un motor con una personalidad muy cañera -especialmente al superar las 5.000 vueltas- pero a la vez en cierto modo refinada, porque responde con linealidad y endiablada contundencia. Además, el cambio rápido funciona muy bien tanto para subir como bajar marchas, incluso cuando el motor no va muy revolucionado, resultando ser de valiosa ayuda a la conducción e inequívocamente un elemento premium que es perfecto para una moto de este estilo tan exclusivo.   

Simple y coqueta

En este sentido, su instrumentación se queda un poco pobre en cuanto a información y manejo para ser una moto tan sofisticada de aspecto y de componentes generales, y esta sencillez también la percibimos en las piñas, por ejemplo, básicas a más no poder, pues incluso no tiene intermitentes de emergencia o warning.

Pero esto lo compensa con una puesta en escena que llama poderosamente la atención por su original rotundidad de lineas al presentar rasgos muy marcados en un envoltorio vanguardista a más no poder. Todo esto lo apoya a la perfección con el uso de iluminación full LED y numerosos detalles como por ejemplo el vistoso tapón de gasolina que además cuenta con bisagra.  

La presencia, los acabados y los componentes son de calidad indiscutible y detalles como el escape que no solo aporta un sonido perfecto para su estilo y vocación deportiva, sino también resultan ser un rasgo estético apropiado e importante, evidencian todo el cuidado que se pone al fabricar estas motos en Austria, en la factoría de Mattighofen. Se nota una dedicación prácticamente artesanal que va orientada a un público de gustos refinados y a la vez atrevidos.

Opinión y valoración

Si hay algo que define a la Svartpilen 701, aparte de su original estilo, es la comodidad derivada de su planteamiento. Habiendo probado también su alma gemela, la flecha blanca denominada Husqvarna Vitpilen 701, que propone semimanillares en plan moderna café racer, la inspiración flat-track o scrambler de la Svartpilen cuenta con una gran ventaja ergonómica debido a su manillar ancho y alto. La postura que plantea nuestra protagonista es muy confortable y a la vez permite disfrutar de toda la deportividad que esconde su diseño minimalista.

Es una moto aparentemente sencilla en líneas generales pero que apuesta por una parte ciclo y un motor en sintonía total, cuya misión es que pilotes y te diviertas cada vez que plantas el culo en su asiento de diseño que por cierto resulta un poco duro pero no tanto como para resultar incómodo. Además no es una moto para hacer grandes viajes sino más bien cortos pero intensos. Su depósito de solo 12 litros así lo confirma.

Su calidad en los detalles y los componentes justifican en buena parte los más de 10.000 € que cuesta (10.215 €), una cifra sin duda elevada para una moto de 73 CV. Pero no es una cualquiera, ya que el trabajo estético resulta tan exclusivo que la moto casi parece una preparación y pone en tus manos una herramienta de esas que te hace sentirte vivo a cada momento.  Y con el objetivo de facilitar su compra Husqvarna ofrece en el momento de hacer este reportaje financiación al 0% y con regalo de seguro gratis (hasta el 31 de agosto de 2019).

Para acompañar su especial filosofía Husqvarna propone una línea de equipamiento muy llamativa como el casco Eliminator, la Pilen Jacket o los Pilen Gloves que tienen ese toque radical y vanguardista que tan bien encaja con este imán de miradas furtivas que es la Svartpilen 701.  

Equipamiento piloto

  • Chaqueta Tucano Urbano Pol 2G
  • Guantes Tucano Urbano MRK2

Galería prueba Husqvarna Svartpilen 701