Los amantes de las motos desnudas de gran cilindrada tienen un fuerte reclamo en esta R 1250 R que conceptualmente se renovó por completo en 2015 y prosigue por los mismos derroteros: más deportividad en todos los sentidos para marcar distancia con la familia R NineT que encarna el lado más clásico del universo naked de BMW animado por el motor boxer.
En 2019 su mayor innovación es el nuevo propulsor que ha dado vida al resto de la gama R: R 1250 GS, R 1250 GS Adventure, R 1250 RT, y R 1250 RS. La evolución en este sentido ha sido tal que estamos ante una moto totalmente revitalizada en torno a esta mecánica denominada Shiftcam que también representa un gran salto de cubicaje, potencia y par: 84 cc más, 11 CV más, 18 Nm más, es el suculento botín que ofrece esta vanguardista boxer en 2019 y que esconde otro as en la manga: la distribución variable.
Magia boxer
Este sistema como concepto que no es nuevo en absoluto pero sí es la primera vez que se implementa en estos motores y ha sido elegido por los ingenieros de BMW para hacer que la ganancia además parezca mayor de lo que realmente es. Ya que al contribuir a incrementar el rendimiento en toda la gama de revoluciones y ofrecer un mejor tacto y respuesta, nos plantea mayores capacidades a la vez que un mayor refinamiento, revelándose como un motor sumamente interesante.
Y es que el rango de uso es el mismo, es decir, casi sin límites en cuanto al número de kilómetros por carretera, pero las sensaciones desde el primer momento son muy positivas: vibraciones controladas pero con la presencia necesaria, tacto sensible al acelerador, sonido deportivo que penetra en tus tímpanos como una dulce melodía y 143 Nm en torno a las 6.000 vueltas. Pero esto no es lo mejor ya que a 2.000 rpm ya tenemos 110 Nm en el puño derecho dispuestos a entregarnos todo su genio bávaro.
Para controlar el carácter del motor ofrece de serie dos modos de conducción (rain y road) así como un control de tracción. El sistema de arranque en pendiente es otra de las aportaciones sin comenzar a inflar su precio base de 14.800 €. Si queremos más en electrónica hay más, mucho más: Modos de Conducción Pro, ABS Pro, control de tracción Pro (Dynamic Traction Control DTC), Hill Start Control Pro, asistente de freno dinámico DBC y cambio rápido bidireccional.
Pero lo cierto es que con la configuración básica ya es una moto competente porque lo verdaderamente importante es el tacto y el rendimiento del propulsor. Su genio es innegable y esto unido a la transmisión por cardan hacen que estemos ante una naked deportiva única en lo que a conducción se refiere. Si el acelerador, a pesar de poder resultar progresivo si tenemos tacto, tiene tendencia a abrir el grifo con la fuerza de 100 Nm que empujan de lo lindo, el cambio también impone ciertas condiciones debido a su propia concepción, resultando una moto que exige una cierta adaptación y poniendo de manifiesto su fuerte carácter en el mejor sentido de la expresión. Pero podemos ahorrar esfuerzos con el uso del cambio rápido que de serie solo trabaja para subir marchas. Su funcionamiento es correcto pero mejorable, sobre todo cuando el motor rueda a bajas vueltas.
Acelerar a fondo es sentir su empuje desde el mismo momento en el que pensamos en mover la mano. Nos catapulta de forma instantánea pero con esa finura que solo este motor es capaz transmitir, haciéndola deliciosamente impetuosa. El par es tal que no necesitamos ir jugando con el cambio constantemente pero de todos modos ofrece transiciones rápidas entre marchas que contribuyen a su precisión aunque el cardan siempre requiere ese tacto algo más delicado por nuestra parte. Aunque para las situaciones más apuradas y para ayudarnos a gestionar su freno motor está disponible el sistema antirrebote.
Y todo este rendimiento se mantiene durante gran parte de la banda de uso ya que la cifra máxima de 143 Nm la encontramos a poco más de 6.000 rpm y antes de las 8.000 rpm ya se establecen sus 136 CV de potencia máxima. Es decir, estamos ante un motor soberbio desde abajo y hasta las últimas consecuencias. De hecho, es las reviradas carreteras por donde transcurrió la prueba no se podía explotar al máximo por falta de espacio para galopar alegremente.
Gran juguete boxer
La parte ciclo está formada por un chasis multitubular y unas suspensiones y frenos de calidad, en plena sintonía con el resto del paquete. La horquilla invertida es una garantía en cualquier situación, filtrando bien todo lo que le llega sin descomponerse ni siquiera amenazar con ello. Todo lo contrario, transmite la solidez necesaria y su calidad permite también un uso tranquilo sin castigo para las lumbares. A esto también contribuye la suspensión trasera que en este caso sí mantiene el sello BMW gracias al sistema Paralever en su versión EVO. Su combinación con la horquilla no chirría y permite a la moto brindar efectividad en carretera, o lo que es lo mismo, sensaciones y seguridad en las acciones donde se pone más al límite su rendimiento.
Los frenos rematan las buenas sensaciones en carretera y es que BMW no se la ha jugado con una a moto así, con un peso anunciado de 239 kg. Sendas pinzas monobloque Brembo se encargan de corroborar el acierto de su montaje gracias al buen mordiente y el tacto dosificable. No las pondrás en aprieto y en ese caso hay un sistema ABS desconectable.
A pesar de sus respetables dimensiones y peso es una moto a la que te acoplas con bastante facilidad debido a su planteamiento ergonómico, pues ni el asiento está alto ni las extremidades van forzadas. Incluso en parado la podemos mover con cierta facilidad gracias a su bajo centro de gravedad.
Y en marcha la sensación de dinamismo es total en cuando comenzamos a rodar con ella y vemos lo sencillo que resulta manejarla y lo bien que se compenetra con el motor. Este comportamiento con un punto juguetón genera una confianza va creciendo según vamos ganando velocidad, pues si algo le gusta a la R 1250 R es rodar rápido para sacar a relucir el buen tándem que forman el bastidor y las suspensiones. La sensación de aplomo y la precisión con la que podemos guiarla es algo que anima a dar rienda suelta a nuestros instintos deportivos, sobre todo en curvas amplias a buen ritmo. Nuestra unidad llevaba el caballete central opcional y es un freno a la hora de practicar una conducción más radical en tramos sinuosos con giros cerrados, pues podemos “arrastrarlo” concierta facilidad, igual que las propias culatas del motor. No es una depredadora de curvas ni lo pretende...
Más detalles 2019
Además podemos disfrutar de otra de sus novedades: se trata de una pantalla TFT de 6,5 pulgadas a todo color que monta gran parte de la gama 2019. Repleta de información, es un detalle bastante sibarita para una moto que apuesta por la calidad en todos los sentidos. Este nuevo elemento ha hecho que la R 1250 R también luzca como soporte y a la vez protección, un pequeño spoiler más dinámico mucho mejor integrado con el faro.
Para su manejo también se ha instalado la clásica ruleta “multicontroller” en la piña izquierda que facilita la navegación por los menús y con la que ya estamos muy familiarizados. Y lo mejor es que podemos cambiar su visualización al modo “sport” y disfrutar de un fondo de estilo más deportivo en el que aparecen escalas de barras en las que se reflejan las frenada o la entrada en acción del control de tracción.
Otras discretas novedades de esta nueva versión son los intermitentes LED, una moldura del radiador diferente así como una rediseñada quilla más envolvente. Y por supuesto las nuevas culatas con el emblema "Shift Cam".
Opinión y valoración
La nueva R 1250 R es una moto que camina por los mismos derroteros pero que propone un mayor dinamismo gracias a las mejores prestaciones de su nuevo motor de distribución variable. Lo que está logrando BMW con este bloque ya mítico es sorprendente, no solo en cuanto a niveles de rendimiento sino también de funcionamiento. ¿Será capaz de lograr más en el futuro?
De momento tenemos un soberbio motor boxer que da vida a esta singular y poderosa naked en tierra de nadie, por diseño y por motor, un terreno que le encanta a BMW porque muchos de sus clientes buscan precisamente ese punto diferencial. Apuesta por ofrecer un dinamismo válido para cualquier tipo de carretera apoyado en una solvente parte ciclo y una buena manejabilidad a pesar de su peso.
Su precio de 14.800 € es competitivo e inteligentemente situado al no superar la barrera psicológica de los 15.000 € pero si quieres disfrutar de las exquisiteces que ofrece opcionalmente, debes preparar algo más que una propina. De hecho en 2019 BMW potencia las posibilidades de personalización como uno de sus principales reclamos con sus paquetes habituales y la nueva gama Option 719. Y como siempre se plantean paquetes para que el usuario tenga más claras todas las opciones: Confort (563,86 €) , Touring (1.849,44 €) y Dinámico (1.105,15 €).
Solo se comercializa en color negro y puede variarse pero para ello hay que optar por algunos de los paquetes opcionales Exclusive (507,48 €) o HP (620,24 €).