Cuando uno piensa en comprar un casco de alta gama y carácter deportivo, Shoei es una de las opciones a tener en cuenta siempre. Su gran experiencia, la vinculación a la velocidad y el hecho de estar fabricados a mano, te aseguran un modelo muy competente. Y estamos ante el tope de gama.
Salvo por algunos detalles, el X-Spirit III es el casco que usa Márquez en MotoGP, y eso ya es un claro indicativo de su carácter y de las propiedades que debe proporcionar a su propietario. La estabilidad es una de las indispensables pero también lo son el confort y la alta capacidad para evacuar tanto el calor como la humedad.
Este modelo homenajea a otro gran campeón, Wayne Rainey, que fue un piloto Shoei prácticamente durante toda su carrera deportiva con las espeluznantes 500 2T de los años 80' y 90'.
Esta decoración en concreto, la llevó durante las temporadas 1991 y 1992, y lo mejor es que es totalmente clavada a la original, haciéndolo realmente evocador. Rainey estuvo con Shoei y con una decoración muy similar desde el 1988. Ese año usó una combinación de rojo y negro que cambió en el 1989 por una con fondo blanco y colores negro y dorado, un esquema que también mantuvo en 1990. Y tras sus tres títulos mundiales en la máxima categoría, su casco quedó como un auténtico emblema para sus seguidores que ahora tienen la oportunidad de rendir tributo a su ídolo.
Totalmente renovado
Como su propio nombre indica, es la tercera generación y Shoei ha afinado en los puntos clave que lo hacen mejor que a su predecesor: se ha renovado la pantalla, el interior, la ventilación y la aerodinámica.
Uno de los aspectos más cruciales es la calota que debe siempre aunar ligereza y la mayor capacidad de absorción posible en caso de recibir un golpe. Shoei apuesta por una calota denominada multifibra AIM y que posee diferentes compuestos para poder proporcionar ambas cualidades.
Y un casco es más efectivo cuanto mejor se adapta a la cabeza del pilotos. Por eso Shoei ofrece 4 tamaños de calota que se adaptan a las 7 tallas que ofrece: de la XXS a la XXL.
Y como complemento indispendable está todo el relleno EPS que es de doble densidad, contando con dos piezas. Esto contribuye de forma definitiva a la capacidad de absorción de impactos, proporcionando más progresividad al transmitir las fuerzas que ocasiona un golpe. Además, las canalizaciones practicadas en el EPS permiten funcionar de forma óptima al sistema de ventilación.
Esto también es fundamental, ya que la circulación de aire contribuye no solo a la comodidad cuando el calor más aprieta sino que ofrece la posibilidad de ir regulando la cantidad que necesitamos gracias a sus 4 entradas de aire frontales: una dos en la parte baja, a la altura de la mentonera, otra en la frente y una más justo en la parte superior. Además, alguna tiene más de una posición para ajustar el flujo de aire con mayor precisión.
El relleno interior de confort marca la diferencia no solo porque a más calidad más comodidad, sino que debe adaptarse lo mejor posible a la fisonomía de cada cara. Por eso Shoei plantea 3 tallas de acolchado central y 4 tallas de acolchado central completo adicionales. Por supuesto es desmontable, lavable y cuenta con el EQRS, un sistema que permite extraer todo las laterales del interior para extraer con facilidad el casco en caso de accidente.
Otro elemento capital es la pantalla, denominada CWF-R y específica para competición. Posee dos anclajes a los lados, más prominentes en la parte externa para montar el sistema tired-off (de serie) y por dentro también tiene los puntos de instalación del pin-lock para evitar el empañamiento. Y por último dispone de una pieza de bloqueo se seguridad de la pantalla en la parte superior de la mentonera.
Máxima deportividad para circuito y carretera
El Shoei X-Spirit III es un casco que con esta decoración colecciona miradas a cada momento. Pero aparte de su espectacular aspecto réplica, también destaca mucho por su diseño general, especialmente en la parte posterior. Ahí encontramos una moldura que alarga ligeramente su silueta y da cobijo a dos "spoilers", siendo en buena medida los esponsables de la gran estabilidad que ofrece este casco a altas velocidades.
Llama mucho la atención cuando lo llevas en una moto naked de alta cilindrada. En esta situación, la mayoría de los cascos ponen a prueba tus cervicales porque la postura y la ausencia del carenado hacen que la resistencia natural al aire sea notable, mostrando además incómodos movimientos laterales en algunas ocasiones.
Con el Shoei X-Spirit III tienes garantizada una estabilidad sin tacha y esto es fundamental cuando se pilota una moto de elavadas prestaciones. La única pega que se le puede poner a esto es que si tienes la mala suerte de que el casco se te caiga, puedes dañar estos pequeños "spoilers" con relativa facilidad aunque Shoei proporciona recambio e incluso ofrece la posibilidad de montar unos de menor tamaño.
La ligereza es otra de sus cualidades, algo indispensable para no causar fatiga al piloto con el paso de los kilómetros. Su peso es de unos 1.350 gramos y desde el primero momento que lo sujetamos con la mano, ya percibimos su poco lastre.
Al ponerlo, el tejido del relleno de confort hace que la cabeza se calce suave y proporcione un tacto agradable. El cierre de doble anilla es obligatorio para los cascos destinados a circuito y aunque el uso más probable sea dual, lo considero la mejor opción, la más segura y fiable.
Mención especial también merece el sistema de cierre de la pantalla que cuenta con varias posiciones que se ajustan con mucha precisión y un último punto con un mecanismo que se encarga de empujar para cerrarla y sellarla. Esto contribuye a que el casco sea además silencioso una cualidad de la que también puede presumir el X-Spirit III.
En definitiva es un casco soñado para muchos, una auténtica joya tanto desde el punto de vista estético como del técnico. Para una moto deportiva es perfecto porque ha sido ideado para ir a altas velocidades. En una RR y en circuito, su concepto es donde más se disfruta, ya que su diseño alargado en la parte trasera está pensado para ir aplanado sobre el depósito. Pero también sorprende que sea tan estable en las naked que tan de moda están, y que son un verdadero reto para un casco a altas velocidades.
Su calidad es indiscutible y el equipamiento es del más alto nivel. Eso va en el precio que está a la altura de un casco premium que ronda los 700 en sus variantes monocolor y se eleva en las réplicas, aunque esta decoración Rainey fue una edición especial que con toda lógica se agotó en poco tiempo.