La buena noticia es que LIFE IMPACTO, un proyecto europeo financiado por la Unión Europea, a través del programa LIFE23, que pone sobre la mesa una solución innovadora y sostenible, para el reciclaje integral de cascos de motociclista, transformando un producto de ciclo de vida lineal en uno circular, ya está en operación.

El objetivo principal es recuperar al menos 5,000 cascos de motociclista en desuso y evitar que acaben en vertederos o incineradoras, desarrollando un proceso replicable que pueda implantarse a gran escala en toda Europa.

La clave de LIFE IMPACTO está en la disolución selectiva mediante disolventes de base biológica. Este procedimiento permite separar los diferentes tipos de plásticos que componen los cascos sin degradarlos, preservando sus propiedades para que puedan ser regenerados y reutilizados en la fabricación de nuevos productos sostenibles.

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A diferencia de los procesos convencionales de reciclaje mecánico o térmico, que suelen reducir la calidad de los materiales reciclados, esta tecnología permite mantener la integridad del polímero, favoreciendo así una verdadera economía circular.

Con ello, los materiales recuperados pueden tener una segunda vida en forma de nuevas piezas de equipamiento de protección, carcasas, componentes para el sector automotriz o incluso mobiliario urbano.

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Este proyecto no solo evita que los residuos terminen contaminando el entorno, sino que además contribuye a reducir la demanda de nuevos plásticos vírgenes, con el consecuente ahorro de recursos naturales y emisiones de CO2.