Con el paso del tiempo incluso se llegó a montar un propulsor de 3 cilindros con la mencionada sobrealimentación impulsando una MT-10. El objetivo de estas nuevas tecnologías no es otro que el de reducir emisiones, pero sin perder prestaciones.
Con este desarrollo, todo apunta a que los japoneses supieran cuál es el camino a seguir para la futura normativa Euro6. Las dos marcas japonesas más involucradas con las dos ruedas, Honda y Yamaha, ya tienen en el horno sus respectivas tecnologías sobrealimentadas electrónicamente, con motores de media-alta cilindrada y pocos cilindros.
La idea de que la sobrealimentación sea eléctrica no tiene nada que ver con la tendencia actual de electrificar los vehículos y las motorizaciones, simplemente tiene que ver con la optimización de un sistema sobrealimentado, que generalmente requiere de los gases de escape para comprimir el aire de la admisión a través de un turbo.
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El problema de los gases de escape, como impulsores de la compresión de aire, es que dependen de su salida del motor, y esto a su vez de si se está acelerando o no, es decir, cuando dejamos de acelerar se pierde el flujo y cuando aceleramos de nuevo aparece el denominado "lag" o "turbo lag". Con un turbo eléctrico esto no sucede, pues comprime el aire de la admisión por medio de la acción de un pequeño motor eléctrico, de manera independiente del bloque térmico. Este es el objetivo del E-Turbo de Yamaha.
Además, una de las ventajas de una sobrealimentación eléctrica es que se puede distribuir y configurar, con más eficacia y facilidad, las prestaciones del motor a lo largo de todo el rango de revoluciones, pudiendo ofrecer mecánicas mucho más fáciles de conducir y mucho más eficientes, con predominancia de torque en la zona baja y media del cuentarrevoluciones.
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Yamaha patentó sus más recientes trabajos en este campo, bajo el nombre de "E-Turbo". Dicha patente Yamaha viene acompañada de planos, donde se aprecia un turbo compresor y su asistencia eléctrica, como encontramos en algunos coches. A ello se une la intención de Yamaha de crear un sistema lo más compacto y reducido posible en términos de instalación. Prueba de ello es el uso de condensadores frente a una batería.