Los clásicos modernos de la marca servirán de base para proyectos personalizados diseñados en torno al lema “Iconos de la Originalidad Británica”. Cada mercado de Triumph, desde el Reino Unido hasta Brasil, se asociará con un constructor local, cuyos esfuerzos se evaluarán por su estilo, artesanía, innovación y más.

Se seleccionarán cinco proyectos y, en julio, se elegirá al ganador final mediante una combinación de panel de expertos y votación pública.

“La Bonneville ha sido durante mucho tiempo un lienzo para los constructores de vehículos personalizados. Queremos ver cómo el diseño y la cultura británicos modernos inspiran a nuestros equipos, impulsando la creatividad y las ideas originales en una escena personalizada global y ecléctica”, afirmó Nick Bloor, director ejecutivo de Triumph.

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Sin duda se trata de un modelo que hoy en día mejor representa la historia y tradición de Triumph, denominación que nació en 1958, para conmemorar el récord de velocidad terrestre de Johnny Allen en las Salinas de Bonneville en 1956 y que salió a la venta en 1959.

En 1969 la Bonneville recibió su primer cambio de imagen importante, obteniendo una carburación mejorada y una entrega de potencia más suave, junto con una nueva insignia en el tanque, unidades de asiento modificadas y un esquema de color plateado. La última Triumph Bonneville oficial sale de la línea de producción de Meriden.

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En la segunda etapa de la compañía, se lanzó una nueva Bonneville, construida en la nueva planta de Hinckley. El modelo equipaba un motor bicilíndrico en paralelo de 790 cc y combina un estilo retro con componentes de diseño y fabricación modernos.