Desde el nacimiento de los motores de combustión interna, los cuales generan calor debido a la quema de combustible en las cámaras de combustión, fue necesario crear formas de mantenerlos trabajando a una temperatura adecuada pues, de lo contrario, sus componentes internos, como pistones, bielas, anillos, cigüe.al, etcétera, se dañarían debido al exceso de calor.
Hace muchos años, el agua común y corriente era el principal refrigerante de los propulsores, sin embargo, los minerales y el oxígeno, presentes en su composición, reaccionaban con el hierro del bloque, generando óxido y sales en los conductos internos hasta taparlos, sin olvidar su fácil evaporación y su rápida congelación a bajas temperaturas, dejando al motor completamente paralizado.
Por fortuna, y gracias a los avances en química, se desarrollaron nuevos compuestos que permitieron crear el que hoy conocemos como líquido refrigerante, o también mal llamado anticongelante. En ese sentido, debemos aclarar que este término sólo describe una propiedad del líquido refrigerante, que impide que el fluido se congele a bajas temperaturas, y que para nuestro país es poco aplicable, por lo que el uso del término, en su estricto sentido, no es del todo correcto.
Otra de las características del líquido refrigerante es que su temperatura de ebullición, es decir, a la que hierve, debe ser alta para que no genere vapor y en consecuencia la presión en el interior del motor no se eleve drásticamente.
Por lo tanto, la misión del líquido refrigerante es disipar el exceso de calor que genera el motor por el proceso de combustión y controlarlo de tal manera que su temperatura ideal de trabajo se mantenga en el orden de los 90 grados centígrados, pues de lo contrario, partes vitales del propulsor podrían deformarse, e inclusive fundirse.

La importancia de ser visto mientras manejas tu motocicleta
En el mercado existe una gran variedad de líquidos refrigerantes que se diferencian entre sí por su concentración y rango de protección térmica, características que determinan su precio. La recomendación es que atiendas el manual de propietario de la moto, donde se explica qué refrigerante es el ideal, pero si no cuentas con uno, las siguientes recomendaciones podrían ayudarte.
En climas donde la temperatura es normalmente moderada, como el de la Ciudad de México, hay marcas que ofrecen refrigerantes listos para usarse, identificados en color verde por su rango de protección, que va desde -25 a los 130 grados centígrados.
Para climas extremos como en Durango, o Sonora, donde en verano la temperatura supera 35 grados y desciende drásticamente en invierno, lo ideal es buscar el refrigerante rosa, listo para usarse, con una mayor concentración de anticongelante y un mayor rango de protección, que va desde -36 hasta 135 grados centígrados.

Cómo viajar más fresco en tu motocicleta en esta temporada de calor
Existe otra presentación en garrafas de un galón de líquido concentrado. En este caso, nosotros debemos diluir con agua destilada el líquido de acuerdo a las necesidades del motor y las condiciones climatológicas.
Por ejemplo, para una temperatura ambiente moderada, bastará con que preparemos una mezcla de 50% de refrigerante con 50% de agua destilada, para obtener una concentración que proteja de -24 a 127 grados centígrados; al agregar 70% de refrigerante y 30% de agua la protección incrementa de -37 a 134 grados, y así sucesivamente.
Finalmente, es muy importante considerar que, si el producto no lo indica, no mezcles agua con el líquido ya que, al hacerlo, diluimos sus propiedades anticongelantes y refrigerantes y podemos provocar corrosión en los conductos internos del motor.

Cubiertas para motocicleta: aprende a elegir la más adecuada
Tampoco te dejes engañar con productos baratos y de dudosa procedencia. Existen muchos charlatanes que mezclan agua de la llave con algún colorante y lo venden en las calles como anticongelante de calidad a precios accesibles.
Al ser agua corriente, la corrosión no tardará en invadir las entrañas del motor de tu motocicleta, afectando la liberación del calor y provocando daños irreparables a la larga, de ahí que busquemos productos de marcas reconocidas, debidamente etiquetados, y comprarlos en refaccionarias.