Debemos tener presente que factores como la congestión vehicular, los altos precios de los vehículos, el auge de los servicios de reparto y mensajería, e incluso la pandemia por covid-19 dispararon el uso de las motocicletas en todas las grandes ciudades del país, creando nuevos retos en materia de movilidad, medio ambiente y por supuesto en seguridad.

Con tan alta demanda y popularidad, las motocicletas se han convertido en blanco de los grupos dedicados al robo de vehículos, y de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), los modelos más robados en 2024 en México corresponden a motos de las marcas Italika, Bajaj y Honda con cilindradas de entre 111 y 250 cc.

La buena noticia para los motociclistas es que sus vehículos no figuran entre los 15 primeros lugares de robos con violencia; la mala es que en los robos de vehículos estacionados están entre los primeros cinco, de ahí la importancia de extremar precauciones para no formar parte de las estadísticas. Por lo que en esta primera entrega, nos enfocaremos en cómo disminuir los riesgos de robo en estacionamientos y en la vía pública.

Está claro que si los amantes de lo ajeno te quieren robar tu moto es más que probable que lo hagan, aquí lo importante es aprender a no ponerles las cosas fáciles y de esta forma reducir las posibilidad es de que el acto se consume. Vigila que no te siga nadie y si detectas que esto pudiera ser así, cambia tu ruta desde tu lugar habitual de trabajo hasta tu casa. Esto sirve igualmente cuando la moto se transporta en un remolque.

En un estacionamiento siempre se roba más tranquilamente que en la calle, así que no te confíes, utiliza candados y demás sistemas que inmovilicen la moto, incluso aunque se encuentre en uno individual, pero con más motivo en uno de uso común, como los estacionamientos habituales presentes en unidades habitacionales.

Considera que en el mercado existen argollas que se fijan al suelo o la pared y que permiten colocar una cadena de alta seguridad, las cuales son realmente difíciles de romper. Poner la moto pegada a la pared y el coche junto a ella también dificulta que los ladrones puedan acceder a ella.

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Es importante que cada vez que entres y salgas del garaje compruebes que la puerta quedó bien cerrada, y si se trata de un estacionamiento común y alguien aprovechó tu entrada o salida para hacerlo detrás de ti, compruebas que es alguien que tiene un lugar en ese estacionamiento.

Por otro lado, si bien los ladrones trabajan mejor en un garaje o estacionamiento, lo cierto es que en la calle la moto queda a la vista y es fácil identificar que un cierto modelo está habitualmente en el mismo sitio, ideal para los robos por encargo. Por ello, hay que ser igualmente cuidadoso para evitar un trago amargo.

En ese sentido, busca sitios iluminados y transitados en la medida de lo posible, aunque no sea en la puerta de tu casa o del trabajo. Es preferible caminar un poco a quedarse sin moto. Lo ideal es que  haya cámaras de vigilancia, porque esto de alguna forma disuadirá a cualquiera con malas intenciones.

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Nunca facilites que pueda llegar una camioneta en la que los ladrones puedan cargar y echar a la zona de carga fácilmente tu moto o scooter. Una valla, poste o luminaria entre la calle y la banqueta complica esta operación. Procura cambiar el lugar donde normalmente te estacionas, porque los comportamientos rutinarios facilitan la labor de los ladrones al saber perfectamente el tiempo que tienen para actuar.

Aunque sólo tes vayas a estacionar por un rato, siempre será tiempo más que suficiente para que los ladrones puedan actuar, por lo que la recomendación es mantener siempre tus medidas de seguridad habituales.

Finalmente, ten presente que el robo de motocicletas sin violencia en la CDMX incrementó 35.7% en 2024, al pasar de 574 carpetas de investigación a 779, de acuerdo con datos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

Abril fue el mes en el que se registraron más robos. El modelo más robado es el denominado “de trabajo”; es decir, las motos que son principalmente usadas por quienes se dedican al reparto de comida rápida y mensajería. Por otro lado, las alcaldías donde más se comete este ilícito son Iztapalapa, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc. La mayoría de estos vehículos son revendidos luego de ser modificados; y un porcentaje es utilizados para ejecutar otro tipo de delitos, como robos u homicidios.