Nuestra motocicleta es, básicamente, una máquina, integrada por numerosos sistemas y componentes que no podrían funcionar sin el uso de varios tipos de fluidos, los cuales permiten mantener sus cualidades con el paso del tiempo. El fluido más evidente que utiliza una moto es el combustible, pues sin él, el motor de nuestra motocicleta no podría funcionar, sin embargo, existen otros líquidos que en ocasiones podrían fugarse. De modo que si sospechas que tu moto está perdiendo algún líquido pero no tienes la certeza total, puedes colocar un cartón limpio debajo una vez que la estaciones.

Cuando la utilices de nuevo, revísalo, si hay alguna mancha, te asegurarás de que es fresca y que es de tu moto. Una vez que ya sabes que tu moto está expulsando algún líquido que no debería, es momento de aprender a identificarlo y, posteriormente, encontrar la fuga y repararla. Puede suceder que encuentres un líquido con una consistencia aceitosa y un olor penetrante, de color café claro o verdoso. Si es así, es líquido de frenos. Además, es muy fácil de localizar en función de donde se encuentra debajo de la moto. Si se encuentra cerca de una rueda, es muy probable que la fuga esté en el sistema de frenos.

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Si el fluido es de color negro y muy espeso, tu moto está fugando aceite. El aceite no huele mucho, pero sí desprende cierto aroma a quemado. Si el fluido que deja tu coche debajo es de colores llamativos como rojo, azul, verde o amarillo fosforescente y desprende un aroma dulzón muy intenso, lo más probable es que se esté fugando líquido refrigerante en caso de que el motor de tu moto sea refrigerado por líquido.

Las causas

Algunas de las razones por las cuáles se pierde aceite puede ser porque el tornillo de vaciado del cárter no está bien apretado, por una holgura en las juntas de la tapa de balancines o en la junta del tapón de llenado, así como una manguera rota o una fisura en el cárter por algún golpe.

En el caso del líquido refrigerante, una de las principales causas tiene que ver con el mecanismo limitador de presión de la tapa del depósito dañada. Para repararlo, basta con cambiar la tapa. La otra razón principal involucra una rotura de las mangueras que conectan al motor con el radiador y por las abrazaderas que las sujetan las cuales, pueden estar flojas o en mal estado. La fuga por el radiador ocurre por alguna grieta.

Considera que si la bomba de agua o alguno de sus elementos, como el sello o sus piezas mecánicas, están desgastadas, pueden producirse fisuras y pérdidas de líquido refrigerante. En el peor de los escenarios, la pérdida de líquido refrigerante puede producirse por la junta de la cabeza del motor. Cuando esto ocurre, el líquido puede llegar a circular por los cilindros causando una fuga interna, mezclándose el refrigerante y el aceite del motor.

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En el caso del líquido de frenos, puede existir alguna fisura en las líneas por donde se desplaza el fluido, un mal ajuste en las conexiones que unen todos los componentes de este sistema, inclusive que los depósitos estén rotos o la tapas estén mal colocadas. Otro componente que podría tener fuga es la bomba de freno, la cual convierte la fuerza mecánica en presión hidráulica, gracias a la cual nuestra moto puede reducir la velocidad gradual o repentinamente.

Del mismo modo, los cálipers que presionan las balatas contra los discos, también pueden presentar fugas cuando el pistón o pistones están dañados y ya no sellan completamente. Asimismo, cabe destacar que las fugas más comunes se dan en la manguera de presión, por la alta presión a la que opera el sistema.

Por otro lado, pueden existir fugas en la horquilla de la suspensión, pues los retenes que impiden que el aceite que llevan dentro salga, ya muestren holgura y sea necesario reemplazarlos a la brevedad, pues este líquido podría caer en los discos impidiendo que los frenos trabajen con eficacia, algo que podría resultar riesgoso.