Moto Guzzi retomó el concepto Sport de su V7 y no lo pudo haber ejecutado de mejor manera. Se trata de la V7 más avanzada fabricada hasta la fecha, dotada de una moderna electrónica y de componentes de mayor calidad, todo ello manteniendo el estilo clásico que siempre ha acompañado a este modelo creado en 1967.
La historia de la V7 es longeva, pues no en vano se encuentra cerca de cumplir 60 años desde el lanzamiento de la primera versión. Dejó de producirse durante algunos años, pero Moto Guzzi la recuperó en 2008 y desde entonces ha venido introduciendo distintas versiones y mejoras, la última de ellas en 2021. Ahora, en 2025 de nuevo recibe importantes mejoras y, sobre todo, esta versión Sport que agrupa varios avances técnicos.
Como el resto de la familia, la V7 Sport equipa el conocido motor en V transversal a 90º, refrigerado por aire y dos válvulas por cilindro, de 853 cc de desplazamiento. Su potencia es algo superior a los 67 h hp a las 6,900 rpm y 79 Nm de torque a las 4,400 rpm, con prácticamente todo su rendimiento a partir de 3,500 rpm. Esto significa que es un motor muy agradable y con mucho empuje rodando a bajas revoluciones, que es lo habitual en ciudad y de ruta a ritmo tranquilo.
Cuenta con un acelerador electrónico encargado de gestionar tanto la entrega de potencia como la intervención del control de tracción, además de optimizar el consumo. Dispone de tres modos de manejo: Road, Rain y Sport. El modo Sport, que es exclusivo de esta versión, ofrece una intervención mínima del control de tracción y una respuesta más directa a la hora de acelerar.
Prueba Moto Guzzi V100 Mandello S
Pero lo que hace más especial a esta V7 Sport es el montaje de una plataforma inercial que gestiona el ABS y el control de tracción, ambos en curva. Vale la pena indicar que el control de tracción es desconectable, mas no así el ABS, el cual fue desarrollado por Continental. El control de velocidad crucero se incluye también de serie y se maneja por los botones situados en el mando izquierdo.
El chasis de la V7 Sport tiene una estructura de doble cuna en acero, con subchasis desmontable desarrollado para conseguir una ergonomía cómoda a pilotos de cualquier talla, incluso teniendo en cuenta la baja altura de su asiento. Lo más significativo de la parte ciclo lo vemos al frente, donde encontramos una horquilla invertida con barras de 41 mm y regulable en precarga.
Prueba Moto Guzzi V85 TT 2024
En esa rueda delantera se aprecia igualmente la instalación de dos discos a diferencia de las versiones más básicas, que cuentan con uno solo. Estos discos flotantes están mordidos además por pinzas Brembo de anclaje radial de cuatro pistones. Detrás equipa amortiguadores regulables en precarga y un disco de 240 mm. Otra exclusividad de la V7 Sport son los rines de aleación, que resultan notablemente más ligeras que las de la V7 Stone.
Aparte de las diferencias mecánicas, estéticamente la V7 Sport destaca por detalles exclusivos, como las inserciones de aluminio en los paneles laterales y los soportes del faro, también fabricados en ese metal, así como el asiento negro con despuntes en rojo, espejos colocados en los extremos del manubrio y el soporte superior de la dirección con el logo de V7 Sport grabado en ella.
La instrumentación es común al resto de la familia, aunque en su caso incluye el nivel de combustible. Se trata de una pantalla digital LCD de forma circular y elegante, a juego con el resto del conjunto. De forma opcional se puede añadir el monitoreo de presión de los neumáticos.