La nueva ejecución de la firma japonesa es impulsada por un motor de tres cilindros CP3 de 890 cc, que le otorga a la R9 la posición de privilegio dentro de las motos deportivas de calle de Yamaha. El propulsor, con cuatro válvulas por cilindro y refrigerado por líquido, genera 117.3 caballos de fuerza a las 10,000 rpm, y 68.6 libras-pie de torque, disponibles desde las 7,000 rpm, además de que ya cumple con la normativa Euro5+.

Además, se beneficia de diferentes configuraciones de inyección de combustible, sincronización del encendido y relación de marcha final, lo que significa que la velocidad máxima, el ímpetu del motor y la potencia de tracción probablemente sean diferentes a los de la MT-09. Con un peso de 9.7 kilos, el chasis que da sustento a la R9 es más ligero jamás utilizado para una motocicleta deportiva de Yamaha. Además, ofrece mayor rigidez torsional, longitudinal y lateral en comparación con otros modelos de la firma japonesa de tres cilindros actualmente a la venta.

En la báscula, la R9 registra un peso en vació de 195 kilosy cuenta con un nuevo subchasis trasero, que ayuda a proporcionar una nueva posición de conducción deportiva y una altura del asiento de 830 mm. Aparte del chasis, la moto reposa sobre un nuevo juego de resortes KYB. Las horquillas invertidas de 43 mm vienen con un revestimiento de bronce Kashima y son ajustables en rebote y compresión.

Por su parte, el monoamortiguador trasero tiene ajuste total y ambos componentes se desarrollaron en conjunto con la R1 GYTR y la R1 Race, exclusivas para pista y que, dicho sea de paso, también son nuevas para 2025. En el apartado de frenos, equipa pinzas delanteras monobloque Brembo Stylema, que utilizan tubos trenzados para sujetar los discos de 320 mm de diámetro. También se incluye un cilindro maestro radial Brembo, mientras que la moto desplaza sobre un juego de neumáticos Bridgestone Battlax RS11 específicos para pista.

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Tanto el motor como el chasis están cubiertos por un carenado que incluye nuevos alerones pronunciados, que flanquean un faro LED centralizado y un conducto que reducen la elevación de la rueda delantera entre un 6% y un 7%, lo que incrementa aproximadamente un 10% la carga aerodinámica adicional en mitad de curva. Para ayudar a mantener las ruedas firmes sobre el suelo, cuenta con una electrónica sensible a la inclinación, cortesía de una unidad de medición inecial de seis ejes. Con ello, los conductores pueden elegir entre los modos Sport, Street y Rain, además de la opción de cuatro modos de pista y dos preajustes personalizados.

La R9 también cuenta con launch control y el ABS trasero se puede desactivar para lograr cierta acción de derrape. También se incluyen control de crucero y un limitador de velocidad. Como era de esperar, también hay un cambio rápido hacia arriba y hacia abajo, con modos que se seleccionan a través de un tablero TFT de cinco pulgadas, que se puede vincular con un teléfono inteligente.