Los espejos retrovisores nos permiten realizar maniobras en la moto, como cambiar de carril, con mayor seguridad, siempre y cuando proyecten el mejor reflejo. Debemos considerar que, de acuerdo con el modelo de motocicleta, se realizará el ajuste correspondiente, al mismo tiempo que en cada moto el ángulo de visión y la posición cambian, es decir, no son iguales los de una motoneta que los de una moto deportiva.
Ante ello, lo primero que debemos hacer es montarnos en la motocicleta y sujetar el manubrio de la moto de la forma más cómoda posible pues, de esta manera, podremos tomar las referencias con mayor precisión desde donde observaremos los espejos cuando estemos en movimiento.
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En el caso del espejo derecho, será necesario buscar en el retrovisor el carril de ese lado, pero también debemos cerrarlo un poco para ver nuestro mismo carril. De esta manera, además de controlar los vehículos que vienen por el carril derecho, podremos echar un vistazo a lo que está ocurriendo justo detrás de nosotros en nuestro mismo carril.
Cuando se trata del espejo izquierdo, debemos buscar el carril izquierdo por completo, ya que es la zona por donde normalmente nos rebasan el resto de los automovilistas. Esta vista también nos permite observar si un vehículo viene por ese carril antes de comenzar un rebase. Recuerda que los espejos retrovisores que vienen de serie en la moto están homologados, así que si decides cambiarlos, debes asegurarte que tienen el certificado correspondiente de homologación.
Por último pero no menos importante, debemos asegurarnos que, antes de ponernos en movimiento con la moto, será importante ajustar los espejos pues, si lo haces ya en marcha, podríamos ponernos en riesgo ante una distracción, por mínima que esta sea. En cualquier caso, si necesitas ajustarlos, lo mejor será detenerse en un lugar seguro. Además, deben de estar lo más limpios posible para que nada entorpezca nuestra visión.