Se trata de un modelo que había causado sensación desde su aparición, primero en forma de un impresionante prototipo denominado SR-C21, y recientemente como la moto definitiva denominada 450SR para su producción en serie. Además, el viaje prometía la mejor combinación posible para mí: moto y circuito.
Está claro que CFMoto es una compañía joven (fundada en 1989) pero ya gigante, tal y como demuestra un volumen de negocio, de 1,200 millones de dólares, pero quiere más en materia de marca, de nombre y esta 450SR es una buena prueba de ello. El simple hecho de haber organizado un macro evento con medios de todo el mundo refrenda aún más esa ambición de que toda la prensa internacional conozca su último producto con el quiere establecer un nuevo estándar en la categoría.
¿La nueva referencia?
Se trata de una pequeña y auténtica deportiva con un carácter único debido a la presencia de apéndices aerodinámicos. Es algo meramente estético, pero refuerza ese especial diseño que tiene mucho de italiano se mire por donde se mire. De hecho, se proyectó en el Centro de Estilo de CFMoto en Italia y sus líneas fluyen con armonía, transmitiendo una deportividad bien lograda. Destaca la puesta en escena de su estilizada y sugerente iluminación LED, tanto delantera como trasera, una de sus indiscutibles señas de identidad.
Pero los alerones no son lo único que la hace especial, porque la presencia de una pinza Brembo de anclaje radial M40 también es un elemento diferencial. Hasta ahora la KTM 390 Duke exhibía lo mejor del segmento con una pinza radial Bybre, que es un elemento inferior.
Otra de las aportaciones esenciales es el nuevo motor de dos cilindros en paralelo del que en un primer momento se anunció que tendría 50 hp, pero finalmente esa cifra es de 47 hp, más lógica al menos para Europa, aunque este modelo global no creo que vaya a reportarle muchas ventas a CFMoto en el viejo continente; seguramente América y Asia sean mercados más jugosos donde esta 450SR va a causar sensación y generar más unidades vendidas.
Volviendo al motor, aporta un cigüeñal a 270º en busca de un sonido tipo V2 y un eje de equilibrio para mantener las vibraciones bajo control. Es de fabricación propia y a pesar de su cubicaje medio es un proyecto interesante en el que CFMoto se ha volcado para situarlo entre los mejores de su especie. Los cilindros en aleación de magnesio y los pistones forjados son detalles que lo evidencian, y además cuenta con un embrague antirrebote de la marca FCC.
Otro de los detalles que destacan a la CFMoto 450 SR de su competencia es la instrumentación TFT, una pantalla curva de cinco pulgadas con conectividad y dotada de un avanzado sistema denominado T-Box, aunque es opcional. Tiene una animación muy trabajada y un nivel de información muy alto, que se maneja desde el mando izquierdo.
También es destacable que la CFMoto 450 SR permita invertir el cambio de marchas con facilidad para los que desean tener una moto con más alma de circuito. Para terminar el repaso de las peculiaridades que le dan un carácter único hay que destacar el asiento situado a 795 mm, que tiene muy buen aspecto y está fabricado en piel sintética.
Pero lo diferente que propone respecto a cualquier otra moto de la categoría es la posibilidad de optar por otras dos alturas: 785 y 815 mm. Es una pequeña moto repleta de detalles, como por ejemplo las intermitentes LED integradas en los retrovisores, el ABS de doble canal de Bosch o la horquilla dorada invertida KYB de 37 mm.
Lo que también me llamó la atención al observarla durante la presentación fue la sensación de calidad que transmite y lo compacta que es. En lo referente a lo primero, todo parecía bien ajustado y con materiales de buena apariencia. Llama mucho la atención la presencia del soporte superior de la dirección, que parece ser de aluminio como los semimanillares, transmitiendo un ADN de carreras total, con una distancia entre ejes de solo 1,370 mm que además parece monoplaza por el diseño pero que tiene puesto para otra persona.
El circuito bajo la lluvia
Así que cuando vi el circuito de Intanbul Park Intercity y la moto preparada para probarla, las ganas que tenía eran máximas, aunque había un inconveniente flotando en el ambiente: la lluvia, y no iba a parar, así que nos pusimos el mono y esperamos nuestro turno para tratar de pasar un buen rato sin ser víctimas de la pista totalmente empapada que parecía un espejo.
Me acoplé al puesto de conducción con una postura que te empuja hacia los semimanillares, pero sin ser radical. El motor al ralentí suena bastante discreto y las vibraciones están bajo control. Metí la primera, que entró con suavidad y me dirigí a la pista por el pit lane. Conducir una moto que no conoces en un circuito igualmente desconocido y con la pista mojada era simplemente desafiante para todos los que estábamos allí. Sus neumáticos CST de corte deportivo tendrían un día de trabajo cuanto menos difícil.
Eran tres tandas y la primera fue de toma de contacto total, yendo muy despacio e incluso así adelantando a algunos colegas que iban todavía más despacio por lo complicado que estaba el asfalto. La sensación de ligereza del conjunto es lo que más me llamó la atención, ya que es una moto muy sencilla de guiar por donde quieres. El peso anunciado es de 179 kilos con todos los líquidos. No es una cifra baja, pero en marcha se siente ligera y eso habla muy bien de las geometrías de dirección elegidas.
El motor colabora en todo momento con un funcionamiento alegre, aunque no podía sacarle todo el jugo, ni mucho menos. De hecho se anuncia una velocidad máxima de 190 km/h, pero no pude llegar más que a 165 km/h en plena recta. Como decía, es un propulsor que sube de vueltas con facilidad y que emite un sonido bastante deportivo por ese escape perfectamente integrado en el diseño. Está claro que no suena a superbike, pero dentro de su concepto se ha logrado una melodía que en la parte media, y sobre todo alta del cuentarrevoluciones, transmite una sonoridad que acompaña perfectamente su carácter sport.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue el rendimiento del freno delantero. Esa pinza Brembo M40 de anclaje radial es un elemento exquisito y lo demostró sobradamente, porque las condiciones eran complejas. Es cierto que las frenadas no eran potentes porque no era cuestión de apurar al llegar a las curvas, pero permitió una dosificación excelente de la fuerza de frenado, y eso hizo que no entrara en acción el ABS en ninguna vez, cosa rara tal y como estaba de mojado el asfalto.
El cambio de marchas me pareció que trabajaba con total precisión en todas las transiciones, con un escalonamiento que permite, tanto aprovechar la aceleración en marchas cortas, como para permitir una elasticidad que brinde una alta velocidad punta. Buena nota sin duda, porque el punto muerto entraba también con total limpieza en alto total.
Vuelta tras vuelta fui tomando conciencia del confort deportivo que propone esta CFMoto 450SR, que te permite situarte en posición de piloto 100%, pero no te castiga las muñecas. Aunque es una moto pequeña, incluso los periodistas más altos podían acoplarse bien en la recta a su estudiado puesto de conducción. Cierto es que el parabrisas es un poco pequeña, pero está perfectamente encajado en el diseño y las dimensiones generales de la moto.
Estas condiciones hacían muy difícil valorar el trabajo de las suspensiones, pero sí puedo afirmar que la 450SR se encuentra muy bien asentada en todo momento, resultando tan aplomada como bien dispuesta a la hora de ejecutar los cambios de dirección con rapidez.
De hecho, al día siguiente, pude conducirla por un tramo de carretera y con el asfalto por fin seco, y puedo afirmar que las suspensiones trabajan con gran eficacia a la hora de mantener buenas sensaciones de conducción en términos de estabilidad y confort. Destaca la horquilla que tenía que lidiar con la gran potencia de la pinza Brembo de anclaje radial, pero no se veía abrumada en ningún momento.
Otro elemento que me gustaría destacar son los neumáticos CST, concretamente el modelo Adreno HS AS5. Primero me sorprendieron en mojado, con condiciones de agua total, en donde no me transmitieron más inquietud de la habitual en esta tesitura, y al día siguiente en carretera también me resultaron un elemento que no desluce el conjunto, ya que transmitían buena sensación de agarre y tracción.
Conclusión y valoración
En definitiva CFMoto no ha defraudado con esta mini superbike que nos hubiese gustado poder probar con un clima más favorable, porque la ocasión en Instanbul Park era única. Digo que ha estado a la altura de lo esperado, porque su depurada imagen deportiva transmite exactamente lo que es; una moto 100% deportiva tanto por su manejo como por el espíritu guerrero de su pequeño motor de dos cilindros paralelos.
Es equilibrada en su planteamiento, está bien equipada de serie, tiene elementos diferenciales y lo mejor es que resulta eficaz y divertida, algo que especialmente pude comprobar en una pequeña ruta por carretera que pude recorrer al día siguiente.
Desde luego llega a un segmento en el que las motos a batir son pocas pero de excelente calidad y reputación, sin embargo, frente a ellas aporta frenos superiores como uno de los detalles más reseñables y la posibilidad de invertir el cambio de forma rápida y sencilla, mientras que los alerones le dan un toque muy especial, aunque en la práctica no sirvan para mucho en una moto de 47 hp.