Quizá no lo sabías, pero cada vez que andas en moto te encomiendas a dos pequeños puntos de apoyo con el asfalto, que muchas veces pasan desapercibidos, pero siempre están ahí, permitiendo que la marcha sea segura y estable, siempre y cuando se encuentran en buen estado, pues, de lo contrario, pueden volverse peligrosos si están muy desgastados o sufren algún desperfecto. De ahí la importancia de conocer cuándo es necesario cambiarlos y saber algunos consejos para cuidarlos y prologar su vida útil.

Para verificar el estado, los neumáticos cuentan con unas marcas en los surcos de la banda de rodadura, que nos indican que llegamos al límite de desgaste, lo que facilita la inspección visual, normalmente a 1.6 mm de grosor de la superficie de contacto de la llanta, por lo que no se debe superar dicha marca.

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Y es que, además de disminuir su buen comportamiento en superficies mojadas, las últimas capas de caucho no ofrecen el mismo agarre. Esto se produce porque en la eficacia de los componentes afectan las veces que se haya producido el proceso de calentamiento y enfriamiento. Una variación en las propiedades del compuesto de goma afecta al agarre, así como la cantidad de goma del neumático como su envejecimiento, factores que influyen negativamente en sus prestaciones.

Recordemos que el neumático va perdiendo rendimiento progresivamente en función del desgaste y, cuando superamos cierto límite, deja de ofrecer tracción, aunque todavía le quede goma. Con las tecnologías de fabricación moderas, se ha logrado reducir la incidencia de estos factores, mejorando la seguridad, pero aún sigue siendo fundamental tomar en cuenta que un neumático con muchos kilómetros y uso, no ofrece la misma tracción que cuando era nuevo.

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Por otro lado, las carcasas de los neumáticos han mejorado mucho su resistencia, pero las ponchaduras siguen siendo inevitables. Algunas se pueden reparar cuando tienen un tamaño moderado y se producen en la banda de rodadura, pero si el daño se genera en un flanco o si llegan a rasgarse los textiles internos, por ejemplo, cuando se clava algún objeto grande, es muy probable que no haya más remedio que cambiar la llanta por una nueva.

No olvides que rodar con un neumático desinflado es peligroso, pero además puede provocar cortes internos. Si recorriste algunos metros bajo estas condiciones, es muy importantes hacer una inspección minuciosa para verificar que la llanta no sufrió daños mayores.

Hay ocasiones que golpear la llanta contra un tope, bache o cualquier otra imperfección en el camino, que provoque una deformación extrema del neumático, puede dañar su estructura interna, provocando que aparezca un chipote o protuberancia en un flanco, que resulta muy peligroso, ya que puede afectar a la estabilidad de forma impredecible e incluso llegar a reventar en movimiento. En estos casos , no hay más solución que cambiarla por una nueva.

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Finalmente, no es fácil determinar la vida útil de un neumáticos, ya que depende de varios factores, como el tipo de compuestos utilizados en su fabricación, conservación, mantenimiento, condiciones medioambientales, uso, etcétera, sin embargo, lo que está claro es que se dañan con los años, incluso aunque no se usen, de modo que puedes atender las siguientes recomendaciones para cuidarlos.

Si tienes tu moto detenida durante largo tiempo, apoyada sobre los neumáticos en la misma posición, podrían agrietarse y deformarse o cuadarse. Lo ideal es que si la moto cuenta con caballete central utilizarlo, para que el peso de la moto recaiga sobre este componente y o sobre las llantas. Si no es el caso, será necesario mover la moto con cierta frecuencia para cambiar de posición los neumáticos.

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No utilices jamás productos químicos agresivos para limpiar o abrillantas las gomas, pues eso también provocará daños prematuros y de preferencia que no queden expuestos al sol, pues de lo contrario secará y degradará el caucho. Tampoco permitas que los neumáticos, y desde luego la moto, queden expuestos a cambios bruscos de temperatura y humedad, pues también se resecan los compuestos de la goma.