Debemos ser conscientes que, de un momento a otro, el caminos por donde pasamos se puede poner en nuestra contra, por ejemplo, cambiar a superficies disparejas o con obstáculos, resbalosas, la aparición repentina de vías de ferrocarril, surcos y rejillas, entre otros, algo muy común en nuestras vialidades, así que toma nota.

Cuando se trate de superficies disparejas y obstáculos, como baches, pavimento abierto, hoyos o fragmentos de basura en la carretera debemos tratar de evitarlos reduciendo la velocidad o rodeándolos.

Sin embargo, si no tenemos más opción que pasar por encima del obstáculo, primero debemos bajar la velocidad lo más que se pueda antes de hacer contacto y asegurarnos de que la motocicleta esté derecha. Posteriormente, debemos levantarnos ligeramente del asiento dejando que nuestro peso descanse en los estribos, pues de este modo, las rodillas y codos absorberán la energía el golpe, evitando que podamos salir disparados de la moto.

Una vez enfrentado el obstáculo, es recomendable salir del camino y detenernos en un lugar seguro para revisar que no se hayan dañado las llantas, rines o algún otro componente antes de continuar nuestro camino.

{loadarticleid 5704 text=""}

Pasemos ahora a las superficies resbalosas, las cuales involucran pavimento mojado, gravilla, terracerías, lodo, hojas, nieve, hielo y líneas o señalamientos pintados sobre el asfalto. Para manejar de manera segura en este tipo de escenarios, nuevamente debemos reducir la velocidad antes de llegar a la superficie resbalosa, pues de lo contrario podríamos derrapar, sobre todo antes de entrar a una curva mojada.

También debemos evitar movimientos repentinos o bruscos de dirección o velocidad, ya que puede causar que la moto se patine. Cuando aceleremos, hagamos cambios de marcha, dé vuelta o frenemos, debemos hacerlo lo más suave posible.

Cuando empiece a llover, debemos manejar sobre las huellas que dejan los autos en el pavimento; dependiendo de las condiciones del camino y del tránsito, la mejor posición es la huella del lado izquierdo. Se debe estar atento a manchas de aceite sobre el pavimento, así como a la tierra y gravilla acumuladas a los lados del camino.

{loadarticleid 5750 text=""}

Si no podemos evitar una superficie resbalosa, tenemos que mantener la motocicleta derecha y manejar lo más despacio posible. Si nos topamos con una superficie resbalosa grande, donde tenemos que avanzar por inercia o ir a vuelta de rueda, se debe considerar dejar que nuestros pies vayan arrastrándose sobre la superficie; de este modo si la motocicleta empieza a caer podremos enderezarla.

Cuando aparezcan rieles, surcos, rejillas y uniones del camino, paralelos a nuestro desplazamiento, lo ideal es alejarnos de ellos o de lo contrario pasarlos por lo menos a un ángulo de 45 grados para evitar caer en ellos y que la moto se enriele y pierda el equilibrio.

No olvides que cada curva es diferente, por lo que debemos estar alerta para ver si la curva permanece constante, se extienda gradualmente, se cierra o consta de varios giros. Maneja de acuerdo a tu nivel de destreza y a los límites de velocidad establecidos.

{loadarticleid 5801 text=""}

Cambia de posición en el carril dependiendo del tránsito, condiciones del camino y de la curva. Si no hay tránsito presente, empieza en la parte de afuera de la curva para incrementar tu línea de visibilidad y radio efectivo de curva; cuando empieces a dar vuelta muévete hacia adentro de la curva y una vez que pases del centro de la misma, muévete hacia la parte exterior para salir.