Imagina que llevas algunas horas manejando en carretera a bordo de tu motocicleta y, tras cruzar la caseta de cobro, debes tomar la próxima salida. Conforme pasan los kilómetros te percatas que este tramo libre está desolado y que rara vez pasa un vehículo en contrasentido; ni una gasolinería, ni un parador, ni un alma, nada.
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Entonces la Ley de Murphy, aquella que reza que “si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal”, hace de las suyas y un neumático de la moto se pincha. Después de un breve coraje no tienes más remedio que detenerte a la orilla, quitarte el casco, y pesar en una solución. ¿Y ahora? Es la pregunta sin respuesta, y sin señal en tu teléfono celular, ¿qué harías?
Aunque parezca un cuento de terror, sucede, y todos estamos expuestos. Para evitar un escenario similar, antes de salir con tu moto, es recomendable cargar siempre un sellador de llantas en caso de pinchadura, pero atención: no hay que abusar de él.
Principios básicos: atento al camino
Estos productos son espumas en aerosol que resultan muy útiles, pues sellan la pinchadura e inflan el neumático para poder seguir rodando; aunque lo recomendable es que inmediatamente después que usarlo, debemos acudir a una llantera o vulcanizadora a que desmonten la llanta, la limpien de este material y por supuesto la reparen, porque a la larga puede ser corrosivo, tanto para la llanta como para el rin.
Si no se retira, con el paso del tiempo y el calor de la rodadura, el interior de la llanta se reseca, ya que reacciona químicamente con los solventes del aerosol. Al hacer contacto con un neumático, el producto se transforma en fibras de goma sintética, formando pequeñas fibras, las cuales se irán uniendo entre ellas hasta formar un parche provisional, el cual impedirá que la llanta continúe perdiendo aire. Entre sus componentes se encuentra el látex, el cual aporta la resistencia y consistencia plástica necesaria para funcionar como un parche.
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Además, debemos tomar en cuenta que el producto sirve para inflar la llanta; si está ponchada, momentáneamente puede tapar la fuga, pero insistimos en que se necesita reparar porque el remedio no durará mucho.
El sellador de llantas viene en un spray que ayuda a tapar las fugas del neumático en caso de ponchadura. Se inyecta en la llanta a través de la válvula de inflado y, una vez que se ha solidificado, se puede seguir manejando. Sin embargo, después de manejar durante un tiempo, asegúrate de comprobar la presión de las llantas y, si es necesario, hay que restablecerla.
Consejos de manejo: guarda tu distancia en el camino
Además, se debe considerar que existe el riesgo es que la llanta se haya dañado durante una pinchadura o esté a muy baja presión antes de que el sellador repare la fuga y recupere la presión de trabajo adecuada. Un sellador para neumáticos se puede conseguir en refaccionarias especializadas, pero también el mundo del comercio electrónico ha incrementado su disponibilidad; el precio de este producto oscila los 300 pesos.