Antes de ponernos a los mandos es necesario hacer un repaso rápido a lo que plantea Yamaha con esta nueva MT-09, una moto para muy perfeccionada que, como carta de presentación principal, presenta un rediseño total. Te puede gustar o no, pero la firma japonesa lo ha hecho mucho más coherente, con un faro delantero que encaja mejor que antes en las líneas de la moto.

Se mantiene su propulsor de tres cilindros, cuya potencia es de 119 hp y ahora se adapta a la nueva normativa Euro5+. Se revisó el sistema de admisión, que pasa de tres tomas a dos y además hay unas rejillas en la parte superior del nuevo depósito de combustible, que liberan y amplifican el sonido para hacer la conducción más estimulante.

Numerosas mejoras y equipamiento

También se revisó la caja de velocidades, para hacerla más suave, e incorpora de serie el nuevo shifter bidireccional de tercera generación. Este sistema semiautomático destaca por funcionar a bajas rpm a baja velocidad y por ser más suave. Permite bajar marchas acelerando y subirlas frenando.

En lo que a ergonomía se refiere, la postura se colocado un poco hacia adelante, rebajando y acercando el manubrio al conductor, mientras que las estriberas se han retrasado y elevado. Por cierto, tanto el manubrio como las estriberas permiten su regulación para adaptarse con el mayor detalle posible al motociclista.

Las suspensiones son las mismas, firmadas por KYB pero se han reajustado para ganar eficiencia dinámica. Ahora hay más fuerza de amortiguación en la horquilla y algo menos en el amortiguador. Las pinzas de anclaje radial monobloque de Yamaha son las mismas, pero la bomba radial Brembo es nueva para tratar de proporcionar una respuesta todavía mejor. El asiento también es nuevo y se pasa de un diseño de una pieza a uno de dos, con la parte delantera más angosta en su unión con el depósito, esto para facilitar llegar al suelo.

Los retrovisores son otro elemento diferente que ahora tratar de mejorar la visión, gracias a una mayor superficie. Lo que no cambia es el chasis y el basculante, ambos de aluminio que se encargan de que tengamos una moto estable y juguetona. Por cierto, los neumáticos Bridgestone S23 son las elegidas como la última evolución de un modelo de orientación muy deportiva.

Así que estamos ante una MT-09 muy evolucionada en pequeños detalles que, además, transmite una mayor sensación de calidad general, lo que también es un punto muy interesante, gracias también a una nueva interfaz para la instrumentación mucho más actual y tecnológica.

Un paso adelante en tecnología

No solo es más vistosa sino que podemos configurar muchas más cosas. Para empezar, ahora tenemos cinco modos de manejo, tres predeterminados y dos totalmente configurables: Rain, Street y Sport son los preconfigurados con las ayudas electrónicas adaptadas a cada uso, más intrusivas en el modo lluvia y mucho menos en el deportivo. En las otras dos podemos elegir las ayudas a nuestro antojo, incluso desactivarlas.

En esta entrega de la MT09 son hasta siete asistencias a la conducción: entrega de potencia, control de tracción, anti caballito, control de freno ABS, control de deslizamiento trasero, cambio rápido y asistente para el sistema antirrebote, así que estamos muy bien acompañados en este sentido porque una Unidad de Medida Inercial, procedente de la R1, controla todos estos parámetros. Todo se maneja de forma intuitiva desde l nuevo mando izquierdo y permite un buen nivel de detalle a la hora de adaptar nuestra moto gracias a esos modos configurables, con modernos y claros gráficos que nos ayudan a regular las numerosas ayudas al conducir.

Por cierto, la instrumentación tiene 4 diferentes modos de visualización, conectividad con numerosas funciones y app dedicada, así como un sistema de navegación integrado Garmin con guiado clásico o paso a paso que no requiere suscripción, un buen detalle sin duda porque, además, se visualiza muy bien en marcha. Otro pequeño avance, nuevo y bien estudiado, son las luces intermitentes autocancelables, cuya ergonomía es muy buena y resultan ser una constante ayuda, ya que es salgo que usamos en todo momento.

En marcha

Qué ganas tenía de subirme a una moto que siempre me ha parecido una gran fuente de diversión. Como ya lo comentamos, estamos ante un perfeccionamiento de la receta que no supone una gran evolución, pero sí un paso adelante importante en la vida de este producto, clave en la gama naked de Yamaha.

Desde los primeros kilómetros encontramos un comportamiento muy familiar, ya que hemos probado los modelos precedentes, sin embargo, me pareció muy acertado estar sentado en una moto hecha con más esmero en todo lo que ves y que tocas.

Vamos ya a esas sensaciones tan buenas de conducción que proceden, en primer lugar ,de ir animados por ese corazón de tres cilindros y casi 900 cc, que destaca por un funcionamiento sedoso y pleno, especialmente a bajas y medias revoluciones. Tiene una progresividad que permite dosificar muy bien su potencia, pero cuando giramos a fondo el acelerador, muestra un lado rabioso en el sonido y muy contundente en la respuesta. Qué alegría al subir de revoluciones y cómo ganamos velocidad a un ritmo muy elevado, acompañados de una gran sensación de ligereza, gracias a sus 193 kilos con todos los líquidos, una cifra buena para los estándares de la categoría.

Lo bueno es que contamos con una moto perfectamente asentada, aunque en marchas cortas hay que andar atento con el acelerador, porque tiene muchas ganas de elevar la rueda delantera, lo que no deja de ser sumamente divertido, pero con el sistema anti wheelie todo está muy controlado, ya que la rueda sube con progresividad y mantiene el caballito dependiendo del nivel seleccionado: tiene tres opciones igual que el control de tracción, el deslizamiento de la rueda trasera y la entrega de potencia.

Menos nervio más diversión

Antes era una moto con una rueda delantera algo nerviosa y aunque el carácter ultra ágil lo sigue manteniendo, algunas modificaciones en la suspensión y en las geometrías han logrado afianzar esa rueda que ya no tiende a elevarse con la misma facilidad. Además, a muy alta velocidad, tenemos un conjunto muy bien aplomado en el que puedes confiar ciegamente.

Contamos de serie con llantas que me parecen un acierto, las Bridgestone S23, un modelo nuevo desarrollo con una orientación deportiva descarada, que incluso se pueden usar en circuito, así que imaginaos la eficacia en carretera. Dan una gran confianza en plena inclinación y contribuyen a la buena tracción que sientes al abrir el acelerador en combinación con un propulsor cuyo cigüeñal cross plane también es clave en este sentido, ya que propicia una entrega muy lineal, además de contribuir a una rápida subida de revoluciones.

De los frenos también hay que hablar, todo en positivo, ya que las pinzas monobloque de anclaje radial de Yamaha son una garantía por lo potentes y dosificables que resultan. Se nota esa nueva bomba radial Brembo en este buen tacto y excelente rendimiento. Además, es una moto con un ABS que funciona en curva para una mayor seguridad activa. Por cierto, la maneta es regulable, igual que la del embrague y se agradecería que fuesen un poco más curiosas para acompañar esa mayor calidad general.

En carreteras de curvas es un disfrute enorme el que te proporciona esta MT-09 por su comportamiento implacable, devorando las curvas con verdadera ansia al hacer gala de unos movimientos muy rápidos, que los ejecuta con gran precisión, y todo ello acompañado a la perfección por un motor en absoluta sintonía, gracias a ese gran desempeño a medio régimen que te hace salir despedido al salir de las curvas, imponiendo así una conducción visceral. Además, lo acompaña un sonido que estimula tu lado más oscuro, convirtiendo la conducción en una cuestión adictiva cuando estamos en un terreno plagado de curvas.

Todo con un cambio semiautomático bidireccional, cuyo funcionamiento es impecable y tiene un amplio margen de uso; de hecho funciona desde los 15 km/h. Para subir relaciones trabaja desde solo 2,000 vueltas y para bajarlas a partir de 1,500 revoluciones. Es suave y rápido, imprescidible en conducción al límite y muy útil para el resto de situaciones. Te hace olvidarte casi del todo de la maneta.

El depósito de combustible es de 14 litros y el consumo anunciado es de 5 litros a los 100 km, por lo que haciendo cálculos rápidos, la autonomía en condiciones ideales, sin entrar en la reserva, sería de poco más de 200 km. Se antoja un poco escasa y se podría haber aprovechado el rediseño del tanque para incrementar algo su capacidad.

Valoración y precio

Yamaha se lo va a poner muy difícil a la competencia con esta nueva MT-09. Estamos ante una moto con un comportamiento afinado que preserva ese espíritu guerrero que emana en gran parte del propulsor tricilíndrico. Su rendimiento es fino y con un medio régimen pletórico que te incita a cada golpe del acelerador a ir rápido para exprimir a fondo una parte ciclo que ha sido matizada para estar más en sintonía con este motor tan bravo.

Era una moto nerviosa del tren delantero, pero lo es menos sin haber perdido nada de agilidad, ni su capacidad para levantar con facilidad la rueda delantera, siempre que tengas ganas de practicar una conducción con un punto rebelde. Es muy sencillo porque el sistema anti-caballito controla todo muy bien y permite que disfrutes con seguridad.

El equipamiento de serie es difícilmente igualable para una moto que cuesta cerca de 300 mil pesos. Destaca el shifter bidireccional que funciona de maravilla y en las más variadas situaciones de conducción. Tiene toda la electrónica que necesitas para hacer de la conducción lo más segura posible, con un factor diversión potenciado. Además, presenta un diseño mucho más redondo y más calidad general.