Por muy sencillo que parezca, revisar el nivel y estado del líquido del sistema de frenos es muy importante, pues debemos considerar que, con el uso, las balatas se van desgastando, una de las razones principales por las que el líquido de frenos va bajando de nivel.

Esto es normal porque los pistones de los calibradores se van recorriendo para adaptarse al desgaste del material del que está compuesta la balata y, en consecuencia, el volumen del fluido en el depósito se reduzca debido a dicho desplazamiento, de tal forma que debemos recuperar ese volumen rellenando con líquido de frenos, pero debe hacerse correctamente para evitar que ingrese aire a los ductos del sistema y dañemos el sistema.

Sin embargo, si no es el caso, esta señal podría advertirnos de alguna fuga de este fluido en alguna manguera, por lo cual debemos estar muy atentos a la frecuencia con la que el nivel disminuye. Vale la pena recordar que el líquido de frenos es el fluido encargado de transmitir la fuerza que se ejerce en la palanca del mando derecho del manubrio o del pedal del mismo lado a las pinzas para que presionen las balatas contra los discos y la moto se detenga. Al tratarse de un líquido incompresible, transmite de manera excelente la presión y la fuerza.

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Entre sus principales características con las que debe cumplir se encuentran un alto rendimiento en un amplio rango de temperaturas, por lo general, entre los -30ºC y los 250ºC; tener un punto de ebullición alto, cuanto mayor sea, mejor; no debe reaccionar con los componentes de goma o piezas metálicas del propio sistema de frenos; de contar con propiedades lubricantes altas; mantener sus características sin importar las condiciones y mantenerse en estado líquido durante toda su vida útil.

Manos a la obra

Lo primero que debemos considerar al momento de realizar la inspección en el depósito de cualquiera de los frenos es que éste se encuentra en posición vertical, pues la lectura del nivel con el vaso inclinado puede arrojar una lectura incorrecta. Según la disposición que tenga en el manubrio e incluso la forma del depósito, algunas veces será necesario colocar la moto sobre el caballete y otras veces sobre el periquete lateral.

Es importante observar que el nivel del fluido esté dentro de los límites indicados por el fabricante, y que normalmente viene impreso en el cuerpo del depósito. En caso de que esté por debajo del mínimo, habrá que añadir líquido de frenos del mismo DOT (clasificación de las cualidades del líquido de frenos según el punto de ebullición) especificado, el mismo que viene marcado en la tapa del depósito.

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Recuerda que el líquido de frenos es muy corrosivo, así que como precaución te recomendamos que protejas con un paño el tanque de gasolina o la salpicadera delantera, ya que, al momento de retirar la tapa para rellenar, podrían salpicar algunas gotas y esto dañaría permanentemente. la pintura. También es importante no presionar la palanca de los frenos mientras la tapa del depósito no esté colocada, ya que esto podría provocar que ingresará aire a las mangueras y ductos y perdería el purgado, lo cual es imprescindible para su buen funcionamiento.

Si al momento de rellenar excede el nivel máximo establecido no lo dejes así, retira el exceso utilizando un paño seco o una toalla de papel, pues por el contrario podría ocurrir que la rueda gire frenada en todo momento, o por lo menos tras calentarse con un par de frenadas fuertes, esto acompañado de la pérdida del rendimiento, el desgaste prematuro de las balatas y disco de freno, así como un aumento del consumo de combustible. Una vez que el nivel es el correcto, cierra perfectamente la tapa del depósito y vuelve a rodar.