Lo primero que debemos hacer es prestar atención a las instrucciones referentes a limpieza y mantenimiento que acompaña a todos los cascos, pues en ellas se explica paso a paso el camino a seguir, por lo que vale la pena tomarse unos minutos y conocerlas. Cuidar nuestro casco implica varias recomendaciones generales, que a continuación te mostramos:

Evita que el casco se golpee. Considere que un impacto podría debilitar o fracturar su estructura y no te protegerá de la misma forma en caso de un accidente.

Transpórtalo en su bolsa o mochila específica para evitar que se raye. Este tipo de accesorios también protegen el caso de caídas leves y otros riesgos.

Después de usarlo déjalo secar en una zona ventilada con la pantalla abierta, esto evitará que se propicien los malos olores. Además, procure guardarlo limpio, pues la suciedad podría causar daños.

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Jamás intentes taladrarlo o abrirle agujeros. Si necesitas colocarle algún dispositivo adicional, existen accesorios que te ayudarán a fijarlos al casco.

Evita a toda costa sentarte sobre él, pues nuestro peso corporal podría deformarlo. Además, si no es necesario, evita desmontarlo, a no ser que sea estrictamente necesario, ya que esa acción podría comprometer su seguridad y garantía de fábrica.

No utilices solventes o productos químicos agresivos que puedan deteriorar o dañar los materiales del casco. Para ello existen productos especializados cuando de limpieza se trata.

Momento de limpiarlo

Comenzando con el exterior, podemos limpiar la carcasa del casco con jabón neutro o diluir, en abundante agua, unas cuantas gotas de jabón líquido para trastes y frotar con una esponja suave. Evita utilizar un zacate o estropajo, pues podría rayar y dañar la superficie.

Previo a ello, vale la pena humedecer el casco con la esponja y agua (no más de 30º de temperatura) pues de esta forma se ablandarás los residuos más incrustados; repite el proceso cuantas veces sea necesario pero no lo dejes secar. Una vez que la suciedad esté floja, es momento de aplicar la jabonadura con la esponja. Eviteael exceso, ya que podría escurrir y filtrarse al interior del casco, sobre todo por los orificios de ventilación.

Una vez limpio, retira el jabón con una toalla húmeda y termina de secarlo con un paño limpio. Es importante que destines la esponja y los paños para la limpieza exclusiva del casco, pues si utilizas los mismos accesorios para limpiar tu moto podrías dañar el casco.

Finalmente, por ninguna razón laves tu casco utilizando agua a presión, pues el líquido podría filtrarse en lo más profundo del casco, lo que provocará que guarde humedad y que dañe los componentes internos, dejándolos inservibles.

En el caso de la pantalla, podemos utilizar productos limpiadores con repelente de insectos. La recomendación es que primero leas las instrucciones del producto, ya que puede tener un tratamiento específico y al utilizar algunos productos que contienen solventes, pueden deteriorarlo o anular las propiedades del tratamiento antivaho. También se puede recurrir a un jabón neutro, pero lo importante es limpiar la pantalla por ambos lados.

Con el caucho que permite que la pantalla selle a la perfección, lo ideal es colocar un poco de vaselina para humectarlas y de esta forma evitar que se resequen, se agrieten y pierdan sus propiedades elásticas y de sellado.

Para el interior, considera que la limpieza de las almohadillas debe realizarse con menos frecuencia ya que pueden deteriorarse más rápido, sobre todo si la calidad de los materiales del relleno de confort no es de la mejor.

Para ello utiliza jabón neutro o un detergente para prendas delicadas; evite echar las almohadillas a la lavadora para no dañarlas; lo mejor es lavarlas a mano y sin frotar, hundiéndolas y escurriéndolas varias veces. Una vez completado el procedimiento debemos enjuagarlas con abundante agua y dejarlas secar en un sitio donde no del sol directamente. Ahora sí, a rodar con el casco limpio.