Como motociclistas debemos estar conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor para reducir los riesgos, atendiendo tres pasos fundamentales: buscar, evaluar y ejecutar. Esta estrategia te ayudará a analizar lo que sucede en el tránsito para poder planear e implementar las acciones pertinentes conforme las situaciones van cambiando.

Buscar. Dependiendo de qué tan bien sepamos analizar cuánto tiempo y espacio tenemos, podremos reducir o eliminar los peligros. Al buscar, trata de enfocarte más en encontrar rutas potenciales de escape dentro o alrededor de las intersecciones, áreas comerciales, escuelas y zonas en construcción.

Una buena forma para buscar es desarrollando un radar del motociclista para analizar minuciosamente el entorno al que te aproximas al frente, los lados y detrás de ti, y de esta forma evitar peligros potenciales aun antes de que puedan surgir.

Los motociclistas experimentados consideran tres tiempos de anticipación. El primero es permanecer alerta y analizar los peligros que estén a dos segundos hacia adelante de ti o dentro de tu distancia de seguimiento. Después, debes analizar tu trayectoria inmediata de cuatro segundos, la cual te permitirá tener tiempo para una respuesta rápida en caso de que algo pudiera suceder.

Se considera que cuatro segundos dan suficiente tiempo y espacio para rodear y/o frenar en caso de algún peligro, o por si algo o alguien se interpone en tu trayectoria. Por último, debes buscar peligros que puedan estar a lo lejos, observando hacia adelante un área a la que llegarías en 12 segundos, así podrás prepararte con tiempo en caso de que surja alguna situación, antes de que se vuelva inminente.

Evaluar. Para este aspecto debemos pensar cómo los peligros pueden interactuar creando riesgos para nosotros, por eso es importante anticipar problemas potenciales y tener un plan para reducir riesgos, particularmente cuando nos enfrentamos con características del camino y la superficie como baches, barras de contención, puentes, postes y árboles, pues todos ellos no se moverán en el camino pero podrían influenciar en nuestra estrategia de manejo.

A esto se suman los dispositivos de control de tránsito, los cuales incluyen señales de advertencia y marcas en el pavimento, que requieren una evaluación de las circunstancias que se van a presentarse más adelante, así como otro tipo de vehículos que pudieran entrar en nuestra trayectoria e incrementar las posibilidades de un percance. Para mantener un margen de seguridad, debemos pensar cuánto tiempo y espacio requerimos para reaccionar en caso de que surgiera alguna emergencia.

Ejecutar. Finalmente, debemos llevar a cabo nuestras decisiones, crear más espacio y minimizar los daños de cualquier peligro. Para ello, es necesario comunicar nuestra presencia con las luces direccionales, el claxon y señales con las manos, ajustar la velocidad y nuestra posición y dirección, esquivando o cambiando dentro de nuestro carril.

En zonas de alto riesgo, como intersecciones, áreas de comercio, escuelas y zonas en construcción, mantén tus extremidades listas para accionar clutch y ambos frenos, y de esta forma reducir el tiempo que necesitamos para reaccionar.