Para quienes disfrutamos andar en motocicleta, un día soleado es una invitación a salir a rodar que difícilmente podemos despreciar, sin embargo, debemos estar atentos, pues las altas temperaturas que nuestro cuerpo llega a alcanzar en el interior de un traje para motociclista puede causar una deshidratación severa, entre otros malestares.
Además, estamos expuestos a quedar deslumbrados por el sol, ya sea que éste se refleja en el vidrio o carrocería de un auto, o tras manejar varias horas sobre una carretera de concreto que, al ser clara, rebota la luz solar directo a nuestros ojos.
Lo que sí es un hecho es que no podemos arriesgarnos a dejar de usar nuestro equipo con el sol a plomo, pues en caso de una caída, es la única protección con la que contamos, de modo que debemos adecuarnos ante esta condición meteorológica con seguridad.
MANOS A LA OBRA
Atento con la ropa. Debemos asegurarnos de que nuestras prendas para motociclista, desde chamarra hasta guantes, cuenten con aberturas específicas de ventilación, las cuales serán suficientes para, además de protegernos, conservar una temperatura corporal soportable.
Bajo ella, debemos usar ropa interior muy ligera que permita la transpiración para evacuar al máximo el calor y la sudoración. Evitemos cualquier elemento que pueda oprimirnos el cuerpo, como los cierres del cuello o las mangas.
Casco. Se puede optar por usar un casco abierto, aquel que deja la cara al descubierto y, con lo que mejoraremos sustancialmente la ventilación de nuestra cabeza. De preferencia que su interior sea desmontable y lavable. Es recomendable utilizar una vicera con filtro solar para evitar deslumbramientos durante el día.
Calzado. Debemos elegir un par de botas que sean ligeras pero con buena protección, con refuerzos en zonas vulnerables de nuestros pies, pero con sistemas de ventilación eficaces. Es mejor gastarse un poco más de dinero e ir bien calzados por la importancia que tiene este accesorio en cuanto a seguridad se refiere.
Hidratación. Manejar nuestra motocicleta bajo los intensos rayos del sol podría provocarnos mareos o inclusive un golpe de calor, y la única manera de evitar estos malestares físicos es mantenernos bien hidratados, parando con frecuencia para reponer líquidos, pues la falta de ellos también puede provocar calambres musculares y acelera el cansancio durante nuestro viaje.
Recuerda: ante la mínima sensación de agobio, mareo, calambres o náuseas, para de inmediato e hidrátate y no está de más aplicar protector solar en las partes del cuerpo expuestas, como el cuello, para evitar quemaduras.