Yamaha presentó la solicitud de patente para el diseño de un tren motriz eléctrico creado específicamente para motocross, ya que las carreras de duración relativamente corta, donde normalmente estas motos se desempeñan, significa que no es necesario emplear enormes baterías. Además, la ausencia de ruido y emisiones, abre la posibilidad para que este deporte pueda ser llevado a entornos urbanos o bajo techo.

En ese sentido, la firma japonesa está trabajando en una nueva transmisión, que mejore la tracción e incremente el torque, dos ingredientes importantes en las carreras, pues descubrió que una transmisión directa convencional entre el motor y la rueda trasera no era ideal para el motocross. La solución se centra en un novedoso amortiguador de torsión, que está formado por una par de rotores montados coaxialmente y conectados entre sí mediante resortes.

A grandes rasgos, el motor eléctrico se conecta al primer rotor, y la salida a la transmisión proviene del segundo rotor, por lo que esos resortes proporcionan un elemento de aislamiento entre los cambios de velocidad del motor, transmisión y rueda trasera. También almacenan energía, es decir, al acelerar o desacelerar bruscamente, los resortes se comprimen y guardan la energía, para después liberarla y, de esta forma, proporcionar un breve impulso adicional en la rueda trasera.

Aunque todavía no hay un anuncio oficial por parte de Yamaha, y una patente no significa que un proyecto llegue a producción, lo cierto es que nos da una idea del camino que Yamaha está tomando para solucionar los conflictos que van surgiendo conforme las nuevas energías cobran mayor protagonismo.